Caso Popular: Saracho llegó a la presidencia gracias a las irregularidades de Reyes Calderón

20 de Noviembre de 2019
Actualizado el 02 de julio de 2024
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Saracho popular PNoya
En días pasados hemos publicado la respuesta de algunos de los consejeros del Banco Popular respecto a los movimientos que estaba realizando Reyes Calderón para que Emilio Saracho fuera el sustituto de Ángel Ron. En algunos casos, además, la consejera y presidenta de la Comisión de Nombramientos, fue acusada de haber cometido irregularidades jurídicas, acusaciones que rechazó Reyes Calderón.Sin embargo, un informe jurídico realizado por la firma CMS Albiñana & Suárez de Lezo, al que Diario16 ha tenido acceso, indica claramente que «La Consejera Coordinadora y Presidenta de la Comisión de Nombramientos del Banco [por Reyes Calderón] ha realizado unilateralmente un conjunto de actuaciones para las que no tiene facultades y que suponen un incumplimiento de normas básicas del gobierno corporativo». Este informe fue enviado por el secretario del Consejo, Francisco Aparicio Valls, a Ángel Ron en un correo fechado el 6 de diciembre de 2016, una semana después de la dimisión del ex presidente del Popular. Sin embargo, dicho informe había sido enviado por César Albiñana a Aparicio Valls el día 30 de noviembre.En concreto, el documento se refiere a la puesta en marcha a la estrategia de selección que finalizó con la incorporación de Emilio Saracho, la contratación de un head hunter (empresa cazatalentos) y la realización de entrevistas a posibles candidatos a sustituir a Ángel Ron a personas como José Ignacio Goirigolzarri o Manuel Pizarro, entre otros.El informe de Albiñana & Suárez Lezo indica claramente que para que ese proceder de Reyes Calderón hubiera sido lícito había que tener en cuenta que Ángel Ron ni había dimitido, ni había anunciado su intención de dimitir ni se había jubilado ni, por supuesto, el Consejo de Administración había adoptado la decisión de cesarlo.Por otro lado, para poder poner en marcha un proceso de sucesión del presidente del Popular era necesaria la concurrencia de dos requisitos. En primer lugar, debía existir un plan general de sucesión del cargo presidente, aprobado previamente por el Consejo de Administración, aplicable a la sucesión de cualquier presidente del Popular. En segundo término, Ron debería haber presentado su dimisión o hubiera anunciado su intención de dimitir o que el Consejo de Administración hubiera acordado su destitución como presidente. Solo el Consejo de Administración tiene competencia para destituir al presidente de su cargo.En base a todo lo anterior, la iniciativa para poder poner en marcha la ejecución del plan de sucesión del Presidente corresponde en exclusiva al propio Presidente (presentando o anunciando su cese) o al Consejo de Administración (acordando su destitución), no a la Comisión de Nombramientos y menos a su Presidente.En consecuencia, al no darse ninguna de las circunstancias que estaban previstas para la sucesión de Ángel Ron, las acciones de Reyes Calderón fueron irregulares lo que, según la lógica, hubieran inhabilitado el nombramiento de Saracho como presidente, lo que habría evitado que el Popular cayera en resolución.
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