Cataluña lo solapa todo, hasta la corrupción

23 de Octubre de 2017
Actualizado el 02 de julio de 2024
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Reunió entre el president i Mariano Rajoy (2)
Gürtel, Lezo, Bárcenas, Taula, Púnica, Palau, Pujol, 3%… La lista de casos relacionados directamente con la corrupción de altos cargos públicos y empresariales de este país, en una gran mayoría estrechamente vinculados al partido que gobierna España y también al que ha dirigido hasta ahora Carles Puigdemont en Cataluña, es larga y profusa. A comienzos de este año, la organización no gubernamental Transparencia Internacional (TI), dedicada a combatir la corrupción, colocó en su ránking a España en el puesto 41 de un total de 176 países incluidos en el estudio. Sus responsables advierten que se está entrando “peligrosamente” en el pelotón de países incluidos en la corrupción sistémica, casos de República Checa o Georgia, por ejemplo.Lejos de tomar conciencia de esta seria advertencia, el tema de la corrupción en España está tomando el camino de una realidad paralela totalmente solapada por un problema nada nuevo que se ha colado como supuestamente prioritario para el interés nacional: Cataluña. Pese a que los sucesivos barómetros periódicos del institucional Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) colocan la corrupción como una de las principales preocupaciones de los españoles, el Ejecutivo ha tomado la bandera del problema secesionista catalán como una cuestión de Estado que requiere todos sus esfuerzos, y de paso dejar en un segundo plano muy lejano el abordaje de medidas efectivas contra la corrupción.Mientras en los juzgados se siguen instruyendo causas contra ex altos cargos del PP –muchos de ellos en prisión actualmente–, contra empresarios vinculados al partido en el Gobierno y contra el propio Partido Popular, Mariano Rajoy mira para otro lado cuando un organismo no gubernamental como Transparencia Internacional le lee la cartilla y coloca a España por debajo de países como Emiratos Árabes Unidos, Bután, Bahamas, Botswana, Catar, Cabo Verde, Hong Kong o Uruguay en cuanto a percepción de la corrupción.
El barómetro del CIS de septiembre coloca la corrupción como el segundo problema, un 31% por encima del independentismo catalán
Esta realidad paralela que apenas tiene cabida hoy en los medios de comunicación españoles se produce cuando hace sólo unas semanas el Ministerio Fiscal anunció que mantenía su acusación contra el Partido Popular por su protagonismo como presunto responsable civil a título lucrativo en la trama de corrupción de la trama Gürtel.El último barómetro del CIS de septiembre colocaba la corrupción y el fraude como el segundo problema que más preocupa a los españoles por detrás del paro. La tercera gran preocupación son los políticos en general, los partidos y la política. El independentismo de Cataluña aparece como problema en el quinto lugar de la tabla de valoración, a enorme distancia de las principales preocupaciones.Pues pese a todo ello, la opinión pública en general ha entrado de lleno, vía medios de comunicación y redes sociales, a tomar el secesionismo catalán como el “gran” problema de Estado cuando la corrupción sigue estando de facto muy por encima en los quebraderos de cabeza de los españoles.
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