lunes, 29abril, 2024
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Checo Pérez en la cuali de México (y Alonso)

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análisis

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Me ha sorprendido lo poco o nada que han hablado los comentaristas españoles durante la clasificación del Gran Premio de México sobre Checo Pérez. Y no solo sobre Checo Pérez, también lo poco que han hablado, de verdad, sobre Fernando Alonso.

Todo el mundo ha hablado del sorprendente resultado de los Ferrari, y por supuesto a nosotros también nos ha sorprendido, pero lo grande, lo dramático, lo humano, el alma, de lo que estaba sucediendo era la mirada de Checo, la situación de Checo. En su circuito, ante su público. Quedando quinto en la clasificación, como casi siempre esta temporada después de Max Verstappen. Pero en este caso: aún más terrible y doloroso que nunca, porque estaba quedando también por detrás de Daniel Ricciardo.

Sigo sin comprender porque no se ha comentado más ese hecho brutal. Es evidente que Daniel Ricciardo aspira a la plaza de Checo Pérez en Red Bull, que sueña con ella, que debe ponerle velitas a todos los santos para conseguirla. Y es gran escarnio que sea justo en México que con el coche de la escudería B de Red Bull sea capaz de ponerse delante de su rival, del hombre al que quiere quitar el asiento.

Es una barbaridad.
Magnífica para Ricciardo y terrorífica para el gran Checo.

La cara del campeón al enfrentarse a las cámaras, la expresividad de su cuerpo, la falta de brillo en los ojos.

Era lo más grande e importante que estaba pasando en el Gran Premio de México.

No se trata simplemente de neumáticos y motores y décimas o centésimas o milésimas de segundo. Se trata sobre todo del ser humano que va dentro del coche.
Del alma de esa persona.
De Checo, a quien sus millones de seguidores adoran por él mismo.

El Gran Premio de México es Checo, y los demás son todos actores secundarios. O así lo veo yo. Así lo vemos desde las Almas y la Fórmula 1.

Igual que vemos la situación de Alonso: no sólo es que el coche vaya mucho peor que al principio de la temporada, es que le falta el aliento de los Stroll. Lance se está rindiendo y su padre había montado todo el circo únicamente para apoyar a su hijo. Sin el aliento de
Stroll padre Aston Martin no puede ser el mismo equipo que era al principio de la temporada. Pero tampoco se dice nada de eso.

Los coches, sí, la tecnología, sí, los millones de ingenieros, sí y por supuesto. Pero para nosotros lo primero son LAS ALMAS. Por eso solo teníamos ojos en la clasificación del Gran Premio de México para Fernando Alonso y -sobre todo- para Checo.
El Gran Checo.

Tigre Tigre

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