Mugure tenía once años la primera vez que la echaron de casa. Su madre necesitaba estar sola para recibir sus visitas, así que se solía deshacerse de ella a las siete de la tarde. A esa hora, durante dos años, todos los días, el mismo vecino engañaba a Mugure para meterla en su casa y abusar de ella. En algún momento, se acostumbró y aparecía sola a su puerta sin necesidad de que él fuera a buscarla. Dejó de llorar. Pensó que no había otro sitio al que ir. Creyó que no había más puertas a las que llamar…

Esta es una de las historias que podréis encontrar en la web de la ONG THRibune, TRibune for Human Rights, una de las 100 historias que os podrían contar las personas que conocen el centro de rehabilitación de Kirigiti.

María De Paz, una joven entusiasta que es la verdadera artífice de esta aventura

Un centenar de niñas de entre 11 y 17 años que tras cometer lo que en España entendemos como un delito menor, o un delito de supervivencia, del que nunca serán juzgadas, tienen que enfrentarse a años de reclusión y a un fuerte estigma social de aislamiento, miedo y rechazo convirtiéndolas en objetivos vulnerables a la explotación, el tráfico de personas y la delincuencia.

Estas son las niñas para las que van a cantar el próximo 7 de marzo Chenoa, Soraya, Lourdes Pastor, Mercedes Ferrer, Angélica de la Riba, Piruchi Apo, Cristina Narea y Lilij. Ocho mujeres que generosamente han decidido compartir su don de manera gratuita con el fin de ayudar a construir el primer espacio seguro que permitirá a las jóvenes terminar la formación iniciada en Kirigiti y que pretende disminuir la tasa anual de reincidencia que en este momento es del 52%.

El equipo de THRibune en Kenia

Un concierto enmarcado en un proyecto de un año de duración y que busca alcanzar la cifra de 100.000 € que es la inversión a la que THRibune se ha comprometido con la Oficina de Naciones Unidas contra la droga y el delito (UNODC) organismo que lleva a cabo el proyecto de mentoring y formación dentro del centro de Kirigiti.  A lo largo de este año se realizarán distintas iniciativas en las que la ONG buscará convertir a un gran número de personas en pequeños “inversores” en el desarrollo de una pequeña región del mundo, para construir un futuro mejor.

Hoy están en Nairobi, tres de las integrantes de la junta de THRibune, han ido a Kenia para conocer a las niñas que serán beneficiarias de la oportunidad de vivir en el espacio seguro de Kirigiti. Han llegado con las maletas cargadas de telas y piruletas, por que como dice Cruz Sánchez De Lara, su presidenta, “No hemos de olvidarnos que estamos hablando de niñas.”

En terreno las esperaba María De Paz, una joven entusiasta que es la verdadera artífice de esta aventura, fue ella la que cuando llegó a Nairobi hace unos meses se encontró con esta cruda realidad y la que desde ese momento está trabajando como nexo entre la UNOCD y THRibune, creando día a día las condiciones necesarias para que este proyecto salga adelante.

Una clase en el centro de rehabilitación de Kirigiti (Kenia)

Tras el éxito alcanzado en los tres últimos proyectos, Colombia, Jordania y la cena de gala en beneficio de APRAMP en el Teatro Real de Madrid, THRibune, se embarca de nuevo en un proyecto, de gran envergadura. Ya son 8 años “Ayudando a Ayudar”, el leitmotiv que cualquiera de sus integrantes os dirá en cuanto preguntéis que es THRibune.

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