Aunque el próximo 22 de diciembre entra oficialmente el invierno, el frío se está retrasando. Las altas temperaturas que tenemos por estas fechas no ayudan a que las moscas desaparezcan de nuestras vidas. Afortunadamente, el ser humano tiene inteligencia suficiente como para encontrar soluciones a problemas molestos como este. Las cortinas antimoscas son una buena opción para quien busca resguardar la vivienda o la oficina del tiempo que hace fuera, regular la iluminación del interior de cada estancia y dificultar la entrada de visitantes poco o nada deseables (como las moscas). En persianasalicantinas.com es posible encontrar la cortina antimoscas adecuada a precios asequibles.
Este tipo de cortinas son especialmente recomendables en aquellos espacios en los que la higiene juega un papel determinante: cocinas, obradores, locales de restauración, baños, aseos… Además, las hay disponibles tanto para ventanas como para puertas. En lo que respecta al material con el que se fabrican, algunas son de PVC y otras, de aluminio. También es posible encontrarlas transparentes, para quien prefiere que pasen desapercibidas. Hay más info aquí.
¿Merecen la pena las cortinas antimoscas?
La respuesta es sí. Las cortinas antimoscas permiten:
- Dividir espacios. Dentro de una misma estancia, es posible separar el entorno en distintas secciones sin la necesidad de incluir pared alguna, y sin tampoco repercutir negativamente en la belleza de la decoración interior.
- Favorecen la eficiencia energética, puesto que resguardan la temperatura del interior. Así pues, si hay calefacción o aire acondicionado, estos se mantienen, lo que permite reducir su consumo y, consecuentemente, el gasto energético.
- Mantienen la privacidad de los habitantes y de los empleados (según hayan sido instaladas en viviendas o en empresas). Es una buena forma de preservar la intimidad ante posibles miradas indiscretas.
- A los beneficios anteriores, se suma la barrera que suponen frente a insectos inesperados. Por ejemplo: protegen de la entrada de moscas y mosquitos. Por eso, se constituyen como una alternativa eficiente a los repelentes tradicionales, que a fin de cuentas son productos químicos que inhalamos.
Tipos de cortinas antimoscas
Fundamentalmente, según el material, se clasifican en dos clases: cortinas antimoscas de PVC y cortinas antimoscas de aluminio.
Fabricadas en PVC
PVC son las siglas del policloruro de vinilo, un tipo de plástico reciclable muy utilizado actualmente. En los locales de restauración es frecuente instar las cortinas antimoscas de PVC para el interior. En estos espacios suelen requerirse las que están conformadas por tiras anchas y de color blanco. La principal ventaja de utilizar PVC en su fabricación reside en la higiene: estas cortinas son rápidamente limpiables y ello facilita que la suciedad se quite eficientemente de su superficie. Además, son ligeras (el PVC hace que no pesen en comparación a otros materiales) y flexibles (no se deforman por recibir un fuerte impacto). La misma superficie plástica, que impide que la suciedad quede incrustada, proporciona también impermeabilidad. De ahí que sean muy útiles para espacios exteriores y, cuando se trata de estancias interiores, para cocinas y baños. En definitiva, resultan muy adecuadas en aquellos entornos susceptibles a las manchas de comida y líquidos.
Fabricadas en aluminio
El aluminio es un metal más ligero que otros. Tiene una resistencia a la corrosión alta. En cuanto a su apariencia externa, mientras que las cortinas de plástico suelen estar hechas a tiras, las de aluminio cuentan con cadenas, que pueden ser del color del propio metal o de distintos tonos alternados. Al igual que el PVC, su mantenimiento es también sencillo: agua y jabón son suficientes para su limpieza. Aunque anteriormente hemos comentado que la elasticidad del PVC permite que no se deforme al recibir impactos, el aluminio ofrece más resistencia a los golpes. Volviendo al color, los tonos de las cortinas de PVC pueden desteñirse al cabo de los años, sobre todo cuando son cortinas de exterior que reciben continuamente la luz del sol. La decoloración del aluminio, en cambio, no es tan evidente. En cuanto a su vida útil, tiene una elevada durabilidad. En buenas condiciones, se estima que puede durar unos 40 años.
¿Dónde y cómo instalar cortinas antimoscas?
Las cortinas antimoscas se pueden colocar en estancias exteriores o interiores, para dividir espacios o resguardarlos, y son válidas tanto para ventanas como para puertas. Se recomienda, por supuesto, encargarlas a medida. Sólo así cuadrarán a la perfección con el espacio de la ventana y de la puerta. En cuanto al tipo de edificio, resultan convenientes para cualquier estancia que necesite de alguna cortina que prevenga de la entrada de insectos. Tampoco importa si se trata de una vivienda particular o de un negocio.En cuanto a su instalación, a continuación dejamos algunas claves a tener en cuenta en el proceso:
- Elegir el lugar exacto donde habrá de ir instalada la cortina.
- Tomar las medidas de dicho espacio con un metro fiable. Las medidas se ajustan sólo a este espacio (ahora no es el momento de calcular si dejamos o no unos centímetros adicionales). En este paso, la persona ha de centrarse sólo en que las medidas sean las más exactas y ajustadas posibles al espacio elegido.
- Ahora sí valoramos lo siguiente: si la cortina va a ir en el interior del hueco de la puerta; si, por el contrario, su instalación será en la parte exterior de la puerta (o ventana), o si irá ajustada al marco de la puerta. En función de lo que se escoja, habrá que restar o sumar centímetros al resultado de alto y ancho que nos haya dado la medición en el paso anterior.
- Para colocar los tacos que sujetarán la cortina antimoscas, es necesario practicar orificios en los laterales del espacio donde irá puesta, para así poner los tornillos que fijarán los tajos.
