En una entrevista reveladora al diario ARA, Consuelo Ordóñez, hermana del concejal del PP asesinado por ETA en 1995, Gregorio Ordóñez, y presidenta de Covite, desgrana su decepción y crítica hacia la gestión de Isabel Díaz Ayuso respecto al trato hacia las víctimas de terrorismo en la Comunidad de Madrid. A pesar de su inicial desinterés por la política, el trágico asesinato de su hermano marcó un antes y un después en su vida, empujándola a la primera línea de la lucha por el reconocimiento y justicia para las víctimas de ETA.
Consuelo Ordóñez está cansada de Ayuso
Tras sufrir ataques directos, como el lanzamiento de cócteles Molotov contra su domicilio, que la obligaron a vivir bajo constante protección, Ordóñez decidió trasladarse a Valencia en 2004, buscando un respiro a la asfixiante presión que vivía en el País Vasco. Aunque hoy celebra la disolución de ETA, su compromiso con la causa de las víctimas no ha mermado, enfrentándose incluso a destacados miembros del Partido Popular, como es el caso de Isabel Díaz Ayuso.
Ordóñez no se muerde la lengua al afirmar que «el gobierno de Isabel Díaz Ayuso es el que peor trata a las víctimas de terrorismo», una declaración que no solo evidencia su profunda decepción, sino que también lanza un llamado de atención sobre la necesidad de una política más inclusiva y respetuosa hacia quienes han sufrido directamente las consecuencias del terrorismo. Su testimonio se convierte en un recordatorio crítico de que, más allá de las diferencias políticas, el reconocimiento y apoyo a las víctimas del terrorismo debe ser un pilar inquebrantable en cualquier sociedad que se precie de ser justa y solidaria.
Pide a Ayuso no olvidar a las víctimas
La crítica de Ordóñez hacia Ayuso subraya la importancia de no olvidar a las víctimas y de trabajar incansablemente por asegurar que reciben el trato y reconocimiento que merecen. En un momento en que España ha logrado superar la sombra de ETA, voces como la de Consuelo Ordóñez nos recuerdan que la lucha por la justicia y la memoria de las víctimas es una tarea pendiente, que demanda compromiso y sensibilidad por parte de todos los actores políticos, sin excepción.
No me gustan ni se ajustan sus declaraciones a la realidad.