La llegada de los periodos de vacaciones ponen en evidencia cuál es el estado de nuestro vehículo en un viaje largo. Existe una mala costumbre por parte de algunos conductores, que es la de no realizar ningún tipo de comprobación en el coche, todo sin importar que tengamos que realizar un periplo de varios centenares de kilómetros. Cuando esto ocurre, lo más probable es que alguna de esas averías latentes aparezcan en el peor momento. Las vacaciones se tuercen, porque es necesario avisar al seguro y que tenga una grúa a recogernos. Contar con el mejor seguro del coche, el punto de partida para que tu experiencia al volante sea la mejor. No lo dudes, solicita más información para poder circular con tranquilidad y saber que tienes las mejores coberturas en tu póliza.
Los neumáticos, piezas claves para una conducción segura
En muchas ocasiones, no damos la importancia necesaria al estado de los neumáticos, cuando debemos tener en cuenta que es la única parte del coche que está en contacto con la carretera. Mantenerlos bien cuidados evita la posibilidad de un reventón, o que en condiciones adversas, como puede ser una lluvia repentina, nuestro coche no sea capaz de mantener la dirección y se vuelva errático.
Si bien posteriormente hablaremos del aspecto de la seguridad, puedes ser sancionado por que tus neumáticos se encuentren gastados y no sean capaces de ofrecer un mínimo de seguridad. El importe de la sanción puede llegar a arruinarte tus vacaciones, ya que son 200 euros por cada neumático que presente alguna deficiencia. Por tanto, la sanción podría llegar a los 1000 euros si la rueda de repuesto también se encuentra en malas condiciones. ¿Merece la pena jugársela por no realizar un cambio de neumáticos a tiempo?
Comprobar tus neumáticos evita muchos problemas
Como norma general, debemos desechar los neumáticos cuando estos han alcanzado unos 40.000 kms. Sin embargo, no se trata de una cifra fija, porque depende mucho del estilo de conducción, de la dureza del neumático o del estado de las carreteras por las que se circule de forma habitual. Por ejemplo, una conducción deportiva suele ser muy mala para la vida de los neumáticos. Si somos de los que retrasamos mucho las frenadas y aplicamos mucha presión en el freno, estaremos desgastando las gomas antes de lo normal.
Los neumáticos llevan unos dibujos o surcos con una profundidad que ayuda a mejorar el agarre al asfalto y a evacuar el agua de manera eficiente. Cuando el firme se encuentra mojado. A medida que vamos acumulando kilómetros, la goma del neumático se va desgastando y el dibujo disminuye su profundidad. La legislación española determina que la profundidad mínima de los surcos debe ser de 1,6 mm. Es algo que podemos comprobar fácilmente introduciendo una moneda de 1 euro en el surco de la goma. Si al introducir la moneda logras ver las estrellas grabadas en su cara anterior, es que el neumático se ha desgastado. Sin embargo, lo más sencillo es comprobar los testigos con los que cuentan los neumáticos. Si estos se han desgastado, es momento de hacer el cambio de gomas.
Un cambio de neumáticos es un proceso que se realiza en menos de dos horas, por lo que siempre merece la pena afrontar las vacaciones con mayor seguridad y haciendo el cambio correspondiente si las gomas ya están llegando al final de su vida útil. Ponerle «zapatos nuevos» al coche, aumenta la seguridad, mejora las condiciones de conducción, especialmente con el firme mojado, y disminuye la posibilidad de un reventón repentino.
Si nuestros neumáticos están desgastados y un agente de tráfico nos para para comprobarlos, no solamente nos podemos encontrar con la multa anteriormente mencionada de 200 € por neumático. En el caso de que las gomas presenten un nivel de desgaste extremo, se puede decretar la inmovilización del vehículo. ¿Imaginas comenzar tus vacaciones de esta manera? No solamente se trata de un incordio, sino que estamos poniendo en grave peligro la seguridad de los ocupantes del vehículo y de la de los del resto de la vía.
Por esa razón, realizar una conducción relajada e ir comprobando de manera periódica la presión y el estado de los neumáticos ayudará a que estos se conserven en mejores condiciones. En caso de que notemos que el coche no termina de ir bien o que al frenar, se aumenta la distancia hasta la cual el coche se detiene, está claro que nos encontramos ante el signo inequívoco de que los neumáticos están pidiendo un relevo. Consulta en talleres especializados cuáles son aquellos que mejor relación calidad precio tienen, y disfruta de miles de kilómetros con total seguridad al volante. Recuerda tu viaje de vacaciones como algo único y diferente, no marcado por un disgusto al volante o por una importante sanción debido al mal estado de las gomas.