A veces, me pregunto el porqué no asumimos nuestros errores y lo aceptamos como algo normal e intrínseco de la humanidad.
Lo primero que sale es nuestro ego para no responsabilizarnos de los
hechos y no sentirnos «culpables», ( Palabra que inventó la santa sede de la religión para castigarnos, hacernos sentir seres inferiores a ella, y así atemorizarnos con el castigo divino).
Siempre descargamos en el otro nuestras frustraciones, dándole la vuelta a la tortilla para sentirnos en la seguridad efímera del momento, como libres de pecado.
Lo malo de esto, es que cuando te topas con una persona que es consciente de la realidad, libre de ataduras mentales y te rebate con argumentos tus fallos, solemos emplear lo que yo denomino: «de primero de manipulación» y entonces utilizamos aquello de; no se trata de buscar culpables… soy muy feliz, mi vida es perfecta …
Pues No, claro que no, si tú me vienes a responsabilizar de tus errores, te tendré que explicar y hacerte entender que en realidad son tuyos… no míos, y que por mucho que te autoengañes no vas a resolver el problema.
Con lo gratificante que es encargarse de uno mismo.
Si la gente entendiera que cuanto más lo practicas más sencilla y fácil se vuelve la vida, además te libera de juzgar, aparece la empatía y por ende la cooperación y el altruismo.
La capacidad de tomar las riendas de nuestros pensamientos y actos nos hace libres, al conocernos y aceptarnos tal y como somos, provoca que la autoestima no se sienta herida y por lo tanto no tendremos la necesidad de autoflagelarnos constantemente.
La culpabilidad se utiliza muy a menudo como una especie de arma arrojadiza para herir a otros o simplemente para herirnos a nosotros mismos.
Está, nos viene marcada por nuestros hábitos y conductas aprendidas desde la infancia. Si nos fijamos, en la sociedad actual hay muchos medios de comunicación, programas, realitys sow y redes sociales donde aparecen estás tendencias, utilizando estos métodos como manipulación o control mental.
Patrones como; vamos hacer un debate de… quien es el culpable del cambio climático?, de manera automática más que buscar las causas buscamos el culpable , otro ejemplo más generalizado: quien es el culpable de cualquier situación social que creamos que es imprescindible arreglar?… pués debe ser, un poder oculto, o un poder establecido o un contrapoder, o los antisistemas etc. y entonces sin darnos cuenta, creamos lo que viene a ser, digamos, un campo multidireccional donde siempre se mantiene el conflicto.
Las preguntas serían; realmente queremos vivir a través del conflicto ? . Qué nos aporta la culpabilidad?. Nos beneficia en algo?
Las peleas, las diferencias… realmente queremos mantener un mundo donde toda relación esté condicionada por el efecto de la culpabilidad?.
No estoy diciendo que la gente no se haga responsable de sus palabras y actos, lo que estoy explicando es que no debemos convertir esa responsabilidad en el peso de la culpabilidad.
El reconocimiento de nuestra responsabilidad se convierte en una oportunidad para cambiar y transformarnos, utilecemos pués, esta capacidad para ser mejores y más libres.
