Una democracia de celuloide

05 de Diciembre de 2018
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Entierro laboralista
Los tomavistas estaban de moda en 1978. Las vacaciones en Benidorm o los cumpleaños ya no eran lo mismo si no quedaban plasmados en los pequeños rollos de película de Super-8. Cuatro décadas después, muchas de aquellas crónicas familiares nos sirven para recordar, descubrir o comprender –según la generación o el interés de cada cual-, cómo era la vida en aquellos días en los que la democracia española quedaba ratificada en su Carta Magna. Porque a veces, esa cámara de papá no enfocaba a la familia, sino a la multitud convocada para acompañar los féretros de los abogados laboralistas asesinados en la calle Atocha, o a los miles que abarrotaban uno u otro palacio de deportes para corear canciones de esperanza en la voz de Raimon, Paco Ibáñez o Lluis Llach, o a los que tomaban las calles para defender la autonomía de su región.Con motivo de los 40 años de la Constitución, Filmoteca Española ha llevado a cabo un original proyecto con muchas de aquellas películas caseras, depositadas por sus dueños en los centros de conservación, en un esfuerzo conjunto con el Centro Galego de Artes da Imaxe, Filmoteca de Andalucía, Filmoteca de Castilla y León, Filmoteca - Institut Valencià de Cultura y Filmoteca de Navarra. Vestigios en Super-8: una crónica ‘amateur’ de los años del cambio es el título de este proyecto comisariado por Elena Oroz y Xose Prieto Souto, investigadores y profesores de la Universidad Carlos III de Madrid, y que se proyecta a lo largo de esta semana en las filmotecas que han colaborado con materiales.
“Con motivo de estos 40 años, Filmoteca Española ha llevado a cabo un original proyecto con películas caseras de aquellos días depositadas por sus dueños en los centros de conservación”
La cinta, de una hora aproximada de duración, comienza con un día de Reyes en el que un niño abre los regalos en su salón, para pasar a un concierto de José Antonio Labordeta en Zaragoza, en febrero de 1976, que acabó con carga policial. El metraje concluye en Valencia, en una manifestación por la liberación sexual en junio del 79.El proyecto Vestigios en Super-8: una crónica ‘amateur’ de los años del cambio es el broche final del amplio programa planteado por Filmoteca Española a lo largo de 2018 con motivo del 40 aniversario de la Constitución, que arrancó el pasado mes de enero con el ciclo Los años del cambio, que se ha extendido hasta este diciembre, y en el que han proyectado piezas emblemáticas como Volver a empezar, de José Luis Garci, Operación Ogro, de Gillo Pontecorvo, Camada negra, de Manuel Gutierrez Aragón, o El espíritu de la colmena, de Víctor Erice, entre otras películas. 

Filmin se viste de pana

El cine, con sus carencias y defectos, es una de las mejores formas de viajar al pasado para descubrir tiempos pretéritos, y por eso desde el Ministerio de Cultura y Deporte han querido recurrir a la más popular de las artes para sumarse a ese aniversario constitucional. Para ello han promovido, a través del Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales (ICAA), la creación de un canal específico en la plataforma de cine y series online Filmin.Según explica en una nota Cultura, esta iniciativa pone a disposición del público todos los títulos disponibles en el catálogo de Filmin que tratan sobre el periodo de la Transición en España. Películas y documentales como Laberinto de pasiones (1982), de Pedro Almodóvar; Ese oscuro objeto del deseo (1977), de Luis Buñuel, Informe general (1976), de Pere Portabella, o Llach, la revolta permanent (2007), de Lluís Danes, son algunas de las propuestas del canal.En palabras d el director de Filmin, Juan Carlos Tous, se trata de “una colección de ficciones y documentales que pueden ayudar para entender y poner en contexto los 40 años de la Constitución”.
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