Con el Mago, Ginés García Millán y... Max Estrella

05 de Diciembre de 2024
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Ginés García Millan con El Mago y Max Estrella by Fenix

Siempre me da alegría ver a El Mago. En parte eso sucede porque yo lo veo así, como un Mago. Aunque el mérito es suyo. Llevaba una vida entera buscando a alguien a quien pudiera llamar así: Mago. Y en los Cursos de verano de El Escorial  de la universidad Complutense -cuando aún los organizaba El Mago- encontré a Tomás Fernández, y ya desde ahí, cuando suena el teléfono y es él, digo:

-Hola Mago.

El Mago es amigo (qué palabras tan cercanas “amigo” y “mago”) de Max Estrella. Sí, de Max Estrella; porque para eso es el Mago y puede ser amigo de cualquiera, sea real o imaginario.

Ahí está en la foto de más arriba. El Mago, con Max Estrella, y también con Ginés, que al igual que Max es muy amigo de El Mago. El gran Ginés. Increíble cómo está en la obra que se representa en El Español: enorme, espléndido, derrochando energía… y magia. Todo gran actor también es un gran mago; y por eso costaba verlo, en el escenario, a Ginés García Millán. Es más: era casi imposible verlo porque quien estaba ante nosotros era Max. Qué hallazgo de Valle Inclán bautizarlo así: Max Estrella.

Y yo también era Max Estrella -me parezco tanto- sentado en la butaca del teatro junto a mi amigo Tomás Fernández El Mago. Sentía frío y calor, y risa y hartazgo, y también miedo: el mundo, aunque por fuera parezca muy distinto, en esencia apenas ha cambiado.

Más de veinte actores y actrices encima de las tablas, maravillosa la puesta en escena. La dirección, la tramoya, la iluminación… todo. Ni un sólo asiento libre en todo el teatro. Las entradas se agotaron a partir del tercer o cuarto día para los dos meses programados.

Max Estrella, no haría falta que lo puntualice pero es placer hacerlo: me encanta y me cae fenomenal. Ginés también. Deslumbrante, como actor y ser humano. Le vi por primera en EL INFIERNO PROMETIDO de Chumilla, cuando yo vivía en Murcia (y -son tan abiertos como los neoyorquinos- me dejaban ser murciano). Apoyé esa película con toda la artillería desde el Diario16 de la época. Como ahora apoyo, aunque no sea necesario, este nuevo despertar de LUCES DE BOHEMIA en El Teatro Español.

Ya, me doy cuenta. Todo lo que estoy contando suena feérico, mágico. Pero no podía ser de otro modo. Así es siempre -palabra- con mi gran amigo El Mago.

Excélsior.

 

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