El galeón San José: Un tesoro hundido que revela secretos del comercio colonial

La nueva exploración subacuática del naufragio de 1708 aporta hallazgos claves sobre las rutas comerciales del siglo XVIII y el futuro de la arqueología marítima.

30 de Junio de 2025
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Algunas de las monedas que transportaba el Galeón San José y que siguen hundidas en el fondo del Caribe colombiano Daniela Vargas / Antiquity El análisis de las monedas hundidas confirmaría que el naufragio descubierto en 2015 en el Caribe colombiano es el del Galeón español San José
Figura 2.Fotografía in situ de alta resolución del área de acumulación de monedas de mazorca en la sección de babor de la popa, que muestra las caras anversa y reversa de la moneda, tal como fueron observadas en el fondo marino (fotografías de ARC-DIMAR, 2022; figura de los autores).

El Galeón San José, hundido en 1708 frente a las costas de Colombia, sigue siendo uno de los mayores misterios arqueológicos del Caribe. Este coloso español transportaba miles de toneladas de oro, plata y piedras preciosas del Virreinato del Perú, y su naufragio marcó un episodio crucial en la historia del comercio colonial. Tres siglos después de su desaparición, investigadores colombianos y españoles han dado un paso crucial en la resolución de este enigma, utilizando tecnología avanzada para explorar y reconstruir digitalmente el fondo marino donde descansan los restos del barco. Según explican los investigadores en un artículo publicado en la revista Antiquity, la exploración ha permitido analizar las monedas que aún se mantienen hundidas. 

Figura 1.Se identificaron tres áreas de depósitos de cob tanto a babor
Figura 1.Se identificaron tres áreas de depósitos de cob tanto a babor

La reciente campaña de exploración subacuática, realizada en 2022, no solo ha permitido obtener imágenes de alta resolución del sitio del naufragio, sino también documentar uno de los hallazgos más significativos: las monedas conocidas como cobs o macuquinas, acuñadas en la Casa de la Moneda de Lima en 1707. Estas monedas, con un diseño distintivo de las Columnas de Hércules sobre las olas del mar, son claves para datar el hundimiento del galeón, ya que indican que el naufragio ocurrió después de ese año.

El naufragio: un suceso clave del siglo XVIII

El 8 de junio de 1708, durante la Guerra de Sucesión Española, el San José, nave insignia de la Flota de Tierra Firme, zarpó de Cartagena de Indias cargado con el mayor tesoro de la historia de América. La flota española, que viajaba entre Sudamérica y la Península Ibérica, estaba bajo constante amenaza de los corsarios ingleses. En el Caribe, el San José fue emboscado y atacado por los barcos británicos. Tras una feroz batalla, el barco explotó y se hundió, llevándose consigo a casi 600 de los 600 tripulantes que viajaban a bordo. Este evento marcó el fin de un viaje que había durado dos años y había transportado riquezas incalculables.

A lo largo de los siglos, el paradero del galeón San José fue uno de los mayores misterios de la arqueología. Solo en 2015, un equipo de investigadores colombianos lo descubrió en las profundidades del mar Caribe, a unos 600 metros de la costa de Cartagena. Este hallazgo fue un hito en la arqueología subacuática, ya que el San José no solo representa un naufragio, sino también una oportunidad única para entender las rutas comerciales y las dinámicas del Imperio Español en América.

Una mazorca de 8 escudos de 1707
Una mazorca de 8 escudos de 1707

Las monedas como elementos clave

Las monedas cob o macuquinas son un testimonio de la riqueza y complejidad del comercio colonial. Estas monedas, acuñadas a mano y de forma irregular, fueron la principal moneda en circulación en América durante más de dos siglos. Las características de las monedas encontradas en el San José permiten datarlas con precisión. Entre los símbolos visibles en las monedas se encuentra la famosa cruz de Jerusalén, el escudo de Castilla y León y, en el reverso, las columnas coronadas de Hércules sobre las olas, un diseño exclusivo de la Casa de la Moneda de Lima.

Además de ser un artefacto numismático, las monedas también ofrecen pistas sobre el origen y destino de las riquezas transportadas por el galeón. Los símbolos en las monedas apuntan a que el oro y la plata que se transportaban en el barco provenían de las minas de Perú, especialmente de Puno y Huamanga, las principales fuentes de metales preciosos en el Virreinato. La presencia de las macuquinas también refuerza la idea de que el barco estaba realizando una de las rutas más importantes de la Flota de Tierra Firme, destinada a transportar los tesoros reales de América a España.

La tecnología aplicada al estudio del naufragio

La exploración subacuática del naufragio del San José ha sido facilitada por el uso de tecnologías de vanguardia. Desde 2021, el equipo de investigación ha utilizado vehículos submarinos no tripulados (ROVs, por sus siglas en inglés) para explorar el fondo marino con un nivel de detalle sin precedentes. Estos vehículos, operados a través de control remoto, han permitido obtener imágenes en alta resolución de los artefactos y restos del barco, incluidos los cobs y otros objetos que evidencian la vida a bordo del navío.

Además, los investigadores han creado una reconstrucción tridimensional del naufragio utilizando fotogrametría, un proceso que permite generar modelos digitales del sitio con una precisión milimétrica. Esta reconstrucción no solo facilita el análisis del sitio, sino que también ofrece la posibilidad de realizar estudios de conservación a largo plazo sin la necesidad de realizar excavaciones invasivas, lo que preserva el contexto histórico y arqueológico de los objetos hallados.

Un tesoro aún por desvelar

Aunque la identificación del galeón San José parece estar confirmada, los estudios subacuáticos continúan y se prevé que los hallazgos futuros ofrezcan más detalles sobre la vida a bordo y los eventos previos a la explosión. Por ejemplo, algunos de los artefactos encontrados podrían proporcionar una imagen más clara de cómo los marineros y oficiales españoles vivían y trabajaban en este buque de guerra y comercio.

Los especialistas aseguran que este descubrimiento no solo es relevante para la arqueología marítima, sino también para la comprensión de los procesos históricos, sociales y económicos del Siglo de Oro español. El San José no era solo un barco cargado de riquezas; también era un símbolo del poder imperial y las tensiones geopolíticas de la época. Su naufragio, por tanto, no solo representa una tragedia personal para los que a bordo perdieron la vida, sino un evento que marcó el final de una era en la historia de las rutas comerciales entre España y América.

Un futuro lleno de posibilidades

El estudio del Galeón San José abre nuevas puertas en el campo de la arqueología subacuática. Cada nuevo hallazgo refuerza nuestra comprensión sobre las técnicas de navegación, los intereses imperiales y las complejas interacciones entre las diversas naciones involucradas en el comercio transatlántico. A medida que se continúan los estudios y se preservan los artefactos, el San José se convierte en un sitio de aprendizaje invaluable que ofrece una ventana al pasado.

Este proyecto no solo es una oportunidad para los arqueólogos, sino también para la humanidad, que tiene la oportunidad de explorar los secretos de uno de los mayores naufragios de la historia colonial. La investigación en el sitio del San José no solo promete revelar más sobre las riquezas que transportaba, sino también sobre la vida, la lucha y las tragedias de aquellos que, hace más de tres siglos, se aventuraron en las aguas del Caribe en busca de fortuna y gloria.

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