Estuve echando una mano a mi tío el escritor para que pidiese una ayuda para renovar sus gafas. Es socio de CEDRO desde hace muchísimo. Me quedé ingratamente sorprendida al ver que CEDRO en la actualidad solo da a los autores 200 euros al año -como máximo- para asuntos como gafas, dientes o audífonos.
Es poquísimo y es insuficiente. Y además solo pueden pedir la ayuda social los mayores de 50 años. Si tienes 45 años y no eres Stephen King ¿a nadie le importa un bledo que puedas ver o masticar?
A mí tío ya le llevé el papeleo de unas gafas, hace diez o doce años, y en aquel momento le daban hasta 600 euros, y los 600 euros no eran la mitad de la factura, sino que podían compensar la factura entera. Ahora si las gafas cuestan 450 €, les dan 200 como máximo. Y si cuestan 250 les dan solo 125.
Al parecer esas ayudas sociales están subvencionadas por el estado, y aprovechando la crisis del 2010 probablemente las recortaron.
Todo el mundo escribe hoy día, aunque sea WhatsApp, pero hay muy pocos escritores verdaderos. Y CEDRO antes los cuidaba un poco: la corona para la muela, las gafas, el audífono... ahora apenas es una limosna que no llega para solucionar ni siquiera los más pequeños problemas.
CEDRO y el ministerio de Cultura deberían hacer un esfuerzo para que las ayudas sociales de la entidad recuperasen al menos el nivel que tenían hace más de 10 años: 600 euros.
En otros muchos aspectos es muy evidente que CEDRO no escatima ni un euro.
La excelente escritora Carmen Riera es ahora su presidenta. Quizá ni siquiera se ha enterado de que las ayudas se han vuelto tan cicateras.
Ojalá pueda hacer algo...
Porque es tristísimo. Nuestros escritores. En verdad la gran mayoría no son en absoluto best sellers, ni siquiera algunos muy buenos, y nadie cuida de ellos.