“Las relaciones amorosas son en las que más vulnerables o expuestos nos sentimos”

Blanca Lacasa presenta en la nouvelle ‘El accidente’ una intensa disección sobre ese vértigo que nos envuelve nada más recibir el primer aldabonazo del enamoramiento y todo se obnubila a nuestro alrededor

21 de Junio de 2025
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La escritora Blanca Lacasa. Foto: Laura C. Vela.

Una nouvelle de menos de un centenar de páginas puede llegar a ser como ese pequeño frasco de perfume cuya fragancia perdura durante muchas horas y días en el ambiente. El accidente (Libros del Asteroide), de la escritora y periodista madrileña Blanca Lacasa, logra atrapar al lector con una prosa cortante y directa con un tema que funciona como el néctar a los insectos: ese momento concreto donde nuestra cabeza se pierde mientras se acelera el pulso y estamos dispuestos a dejarlo todo atrás por caer en brazos de un enamoramiento fugaz.

Por primera vez se adentra en la ficción literaria con esta nouvelle. ¿Cómo surgió la idea de novelar ese instante en el que todo comienza en el enamoramiento?

Me interesaba mucho reflexionar sobre lo que sucede en el momento exacto del enamoramiento, detenerme en el instante justo del arrebato para husmear e indagar. Y así contar a tiempo real el frenesí en el que uno se ve envuelto. Con toda su excitación pero también con un poco de ironía.

¿Lo prohibido siempre incrementa la sensación de deseo, o no es para tanto?

Imagino que de manera un poco inevitable, lo aumenta. Pero también es cierto que, en muchas ocasiones, cuando esas historias prohibidas se materializan, se desvanecen rápido. Creo que hay algo muy literario en esas historias y, a veces, cuando no suceden en ese ámbito –el literario– y pasan a la vida real no son para tanto… Porque en muchas ocasiones lo que fascina de esos amores es precisamente ese lado intangible.

“Es terriblemente adictivo estar siempre empezando, dejarlo todo a medias y vivir en ese chute de dopamina constante”

¿Quizá por ello ha elegido que este deseo imparable se produzca entre dos personas con parejas y además que él sea gay?

Sí, sin duda. Esa circunstancia ayuda a, como decía, detener el momento y darle a la pausa justo en ese instante en el que uno entra en esa espiral. Cuantas más dificultades haya, más posibilidades de que esos prolegómenos, ese juego inicial, ese ‘tormento’ se prolonguen y se alarguen.

En todo proceso de enamoramiento, casi siempre hay uno de los dos protagonistas que se expone más que el otro a todos los niveles. ¿Por qué sucede esto?

¡Ni idea! Jajajaja. Creo que en general las relaciones –sean del tipo que sean- nunca son del todo simétricas, pero es probable que donde más se acuse esa asimetría sea en las relaciones amorosas. Quizás porque es en las que más vulnerables o expuestos nos sentimos pero también porque es en las que más desequilibrios permitimos. (En las familiares también, me remito a Las hijas horribles).

Su estilo es seco, cortante y directo, sin florituras literarias. ¿Marca de la casa o premeditadamente buscado exclusivamente para este libro en concreto?

A la hora de escribir, y creo que también de leer, aprecio mucho el ritmo, la concisión y la precisión. En general, me interesa mucho la raspa. Pero en este libro en concreto creo que este estilo seco, rápido y sin mucho adorno era el adecuado para transmitir ese pensamiento rumiante, intrusivo, obsesivo en el que muchas veces se cae uno cuando se está en ese proceso de enamoramiento.

Ser periodista especializada en cultura, ¿le ha ayudado a crearse un estilo literario propio o es más bien una pesada carga de la que es difícil desprenderse?

Yo le debo mucho a mi formación periodística. Creo que curte mucho, da muchas herramientas y proporciona un contacto muy cotidiano con las palabras. No sé si mi estilo literario propio viene o no de ahí. También he sido y soy feroz lectora y he escrito mucho desde que soy pequeña y en casi cualquier formato y de casi cualquier cosa. Imagino que el resultado es un compendio de todo.

Los científicos se empeñan en desentrañar con sesudas tesis doctorales que el enamoramiento tiene una base bioquímica concreta. Pero, ¿no es más bello explicar lo inexplicable con literatura sin más?

¡Seguro que sí! Pero estoy segura que hasta una de esas sesudas tesis doctorales contiene conceptos lo suficientemente fascinantes o bellos como para inspirar a literatura.

¿Qué opina de aquellas personas con síndrome de Peter Pan que, en un bucle infinito, intentan vivir siempre en el instante previo, en el preciso momento del enamoramiento, la parte guay en exclusiva, sin los sinsabores de la monotonía o los síntomas lacerantes del desamor?

Supongo que es terriblemente adictivo estar siempre empezando, dejarlo todo a medias y vivir en ese chute de dopamina constante. Pero presiento que es tan poco sostenible como adictivo… Por no hablar de lo fatigoso que debe de resultar.

El accidenteBlanca LacasaLibros del Asteroide80 páginas10,95 €
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