La autora peruana Karina Pacheco nos cuenta cómo ha creado su novela, merecedora del Premio Nacional de Literatura en Perú en 2022. Asegura que el pasado de Sendero luminoso interpela al presente, puesto que la violencia en Perú no ha cesado, tal y como certifican los más de cincuenta muertos en las protestas recientes contra el gobierno. Antes de su presentación de la novela en Casa de América, habló de los peligros de legitimar la violencia, los liderazgos dictatoriales y de cómo creó su original novela, precedida de unos versos del argentino Roberto Juarroz.
El año del viento nos ofrece una visión de las escuelas rurales de la época. Los maestros rurales fueron <<una de las puntas de lanza por las que Sendero penetró ideológicamente en la población>>, al ser el maestro de escuela una de las figuras más admiradas en entornos en los que la población era analfabeta. Pacheco ha creado una novela de misterio en el que una mujer madura, ya desde la España de la pandemia, decide investigar el pasado de su amiga maestra de la que no sabe nada desde hace cuarenta años y que formó parte de los movimientos revolucionarios de la época.
En una novela que toma el pulso a las sociedades y su sensibilidad (o insensibilidad) frente a la violencia, Pacheco se traslada a ese Perú de los ochenta para reflejar qué sucede cuando en un país la juventud queda desesperanzada. En cierto modo, según resalta la autora, El año del viento es una oportunidad para revalorizar la memoria de lo sucedido, de que la población actual conozca el peligro de fórmulas pasadas que ya han fracasado, como el hiperliderazgo o la permisividad con la violencia de las fuerzas policiales del Estado. Esta obra polifónica, de una factura original y con pasajes líricos, está llamada a ser una de las novelas de referencia sobre la política de los últimos años en Perú.