Ya estamos todos aquí. La típica GOTA FRÍA que ahora llaman como si fuera un tejido (creo), nos ha sacado del verano con un bonito toque de violencia. Pero tampoco íbamos a ponernos a llorar. Bien, se acabó el verano y el holgar, el dolce far niente, pero ya está aquí la rentrée.
Abro el correo y me encuentro con que Mañas presenta nuevo libro el viernes a las ocho de la tarde en Madrid: BERENGUELA. Ya la ha presentado en Burgos y la presentará en Valladolid también en breve. El gran Mañas, a quien el mundo entero conoce, o debería conocer por HISTORIAS DEL KRONEN (aunque a mí incluso me gusta más UNA VIDA DE BAR EN BAR; genial), últimamente está bailando con la novela histórica, y ya obtuvo un gran éxito con su ¡PELAYO! Seguro que con BERENGUELA logrará repetirlo.
Abro el guasap y quien aparece es Salem, Carlos Salem, cada día más joven y siempre incombustible, inasequible al desaliento. En la calle Ruiz número 7 de Mad Madrid City estará también el viernes 8 a las nueve de la noche con S. Brenda Mitchelle presentando TENEMOS UN POEMA.
Descuelgo el teléfono y un antiguo alumno me pregunta si esta temporada hay cursos en la PISCIFACTORÍA de Scarpa.
¡¿Cómo no va a haber cursos en la PISCIFACTORÍA!? Para todos los gustos y colores. si quieres saber más escribe la palabra mágica en tu buscador predilecto y aparecerá la información con todo lujo de detalles y un diseño –como siempre, marca de la casa- original y espléndido.
Entro en internet y veo que los de Ámbito Cultural ya están moviendo su maravilloso concurso de POESÍA VIVA. Este viernes 8 de septiembre se celebran las semifinales de Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, Navarra y la Rioja.
Buceo en mi agujereada memoria y recuerdo que Escalonilla va a presentar este mes su nueva y revolucionaria editorial: LAS QUINCE LETRAS. Va a flipar el mundo entero. Y adelanto –para interés de la totalidad del universo- que hay un texto protagonizado por PANIZO, JAVIER PANIZO, el James Bond de la ignorancia y el optimismo, y firmado por el mismo tipo que firma este artículo.
Y naturalmente habrá muchas cosas más por todas partes. Pero yo me conformo con subirme a un taximoto el viernes y ver hasta cuántos sitios son capaz de llegar.
Viva el otoño, manque pierda.