Un nuevo libro ha llegado a mis manos. Una historia cuya cubierta me provoca la necesidad imperiosa de abrirlo y oler sus páginas, páginas repletas de tonalidades azules y turquesa. En la portada, una mujer vestida con un curioso traje de buzo del color del coral, iluminada por la luz del cielo abierto de la playa, y la espuma oscura de las olas del mar. “Mamá y el mar”, qué título tan repleto de significados, qué dos palabras tan llenas de sentidos, cuánta inmensidad la de ser madre, inmensidad equiparable a la profundidad de esos mares que parecen no tener fin.Y sí, indudablemente, la ilustración es de
Eva Armisén. Es por ello que ya sé que su contenido, va a ser muy especial.La autora,
Heeyoung Ko, directora de cine de Corea del Sur. La adaptación, de
Santi Balmes, músico y autor de “Yo mataré monstruos por ti”.
En la contraportada, una presentación de la aventura que pronto podré disfrutar. Explica que la madre del relato es una haenyeo, palabra coreana que significa, literalmente, “mujeres del mar”, declaradas por la UNESCO, en 2016, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Fuente: korea.netIlustrar este libro no ha sido tarea sencilla. Eva, en primera persona, viajó hasta la isla de Jeju, para conocer con todos sus sentidos, lo que son las haenyeo, las sirenas surcoreanas, sirenas que cuidan el mar como si se tratase de sus propios jardines. Y fue por ello que pudo captar los colores, los olores, las esencias, las personalidades, los enigmas de ese grupo de mujeres cuya misión principal es sumergirse en las aguas del mar cada día, contener la respiración y pescar aquello que sus aguas les regalan, ni más, ni menos. Un relato lleno de valores humanos, en los que las madres instruyen a sus hijas en esta peligrosa, pero a la vez, maravillosa tarea, cuya técnica milenaria pasa de madres a hijas, de generación en generación, como legado indiscutible de estas mujeres del mar.Y ahí, entremezclando narración e ilustraciones, encontramos la aventura de una abuela, una madre y una hija, de la sabiduría y la experiencia, el aprendizaje y los miedos, rodeados siempre por las olas del mar que temen y aman a su vez. Mujeres capaces de sumergirse durante tres minutos conteniendo la respiración. Mujeres que escuchan a la diosa del mar, Jamsugut, y a quien dedican una plegaria antes de pisar sus aguas, para que las ayude y proteja de sus peligros. El relato podría ser tranquilamente un cuento infantil absolutamente ficticio, y ya valdría la pena. Pero resulta que su historia es absolutamente real, que te permite descubrir un mundo muy desconocido para la mayoría de nosotros, y que te evoca, gracias a las imágenes y colores que Eva ha utilizado, a un paisaje lleno de romanticismo y plagado de la fuerza de esas mujeres que sustentan a sus familias con el exquisito nado de las sirenas, y la prodigiosa respiración de los delfines.Es por ello que, sentada ante Eva Armisén, me imagino rodeada de aguas turquesa, disfrutando del silbido de las brisas del mar, bajo la sombra del tejado de una de esas casitas de colores de la isla.
- Eva ¿de dónde nace tu vocación? ¿En qué momento de tu vida te diste cuenta de que, tu deseo, era que el lápiz y el pincel fuesen las herramientas que guiasen tu trayectoria profesional?
- Desde pequeña, dibujo. Es una manera de retener lo que me emociona. Siempre me ha resultado más fácil que hablar.
- Abrir este libro, ilustrado con la magia que caracteriza todas tus obras, te hace viajar a un mundo lleno de misterio y belleza. ¿Ha resultado complicado reflejar tantos valores humanos en tus dibujos?
- Mi relación con las haenyeo y la isla de Jeju fue mágica desde el primer momento. Las descubrí mientras trabajaba en Shanghái en una revista. En cuanto vi sus fotografías supe que tenía que ir a conocerlas en persona, fue un auténtico flechazo. La fuerza que transmiten es extraordinaria. Para mí, representan los valores más importantes. La independencia, el trabajo en equipo, la transmisión de conocimiento de madres a hijas, el respeto profundo por la naturaleza, la ausencia de ambición, la capacidad de generar una comunidad organizada y orgullosa de lo que hace. Trasladar todo eso ha sido mi deseo al ilustrar este libro. Desde el primer momento tuve claro que el mar sería el protagonista, mi idea era que nos cogiera de la mano en la primera página y nos acompañara hasta el final explicándonos la historia.
- Me consta que pasaste una temporada en Jeju, Corea del Sur, con la autora del libro, Heeyoung Ko, y junto a un grupo de mujeres haenyeo de la isla. ¿Cómo definirías tu experiencia en este mundo tan distinto al nuestro? ¿Creías antes en las sirenas?
- La primera vez que fui a Jeju hice unos dibujos de las haenyeo que se publicaron en el periódico local. Dos meses después recibí la invitación de Heeyoung Ko. Ella estaba a punto de estrenar su documental “Breathing underwater” y me pidió que la ayudara a promocionarlo. No nos conocíamos. Así fue como viajé a Udo, una pequeña isla cercana a Jeju, y pude convivir con un grupo de buceadoras. Recuerdo sobre todo el color del mar, sus casas, las boyas que utilizan cuando bucean, su risa, el sonido que emiten cuando salen del agua… Casi no podíamos entendernos y todo era muy diferente a lo que yo conocía, pero me sentí en casa. Fue muy especial.
A la hora de ilustrar el libro me obsesionó reflejar el color de la isla, del mar, de sus trajes mojados, de sus casas, de las piedras volcánicas. - En el libro se destacan valores como el de la familia, la generosidad, la humildad, el cuidado por el medio ambiente, etc. ¿Cuáles crees que podríamos extrapolar a nuestra sociedad actual?
- Un poco de todos nos irían muy bien. Cuando a una de las haenyeo le preguntaron qué pensaba estando en el fondo dijo “Pienso en sobrevivir, tengo que estar muy atenta a todos los peligros. Las corrientes, los barcos, los animales… Sólo algunas veces, cuando el mar está calmado y claro, pienso que el mar es como una madre que siempre está lista para dar”.
- Finalmente ¿a qué público recomiendas la lectura del libro? ¿Hay edad o perfil para sumergirse, nunca mejor dicho, en esta entrañable historia?
- Es un libro para todos los públicos. Te acerca a una realidad desconocida para mucha gente, y desde ese punto de vista lo recomiendo de 0 a 100 años. Como tiene un componente muy familiar creo que es un buen libro para contar y comentar.
Eva, de sonrisa inquebrantable, sabe dibujar emociones, sabe plasmar sobre papel sensaciones, sentimientos, imágenes abstractas difíciles de definir con palabras, y mucho más con imágenes.Nos despedimos, estoy deseando llegar a mi casa, sentarme junto a la cama de mis hijos por la noche, y leerles, envueltos por la cálida luz de la habitación, esta fascinante historia real, mientras ellos se deleitan con los mágicos dibujos de la, igual de mágica, Eva Armisén. *Presentación del libro, 15 de diciembre, a las 12h, en La Casa del Llibre (Rambla Catalunya, 37).