Rafael Soler, el anfitrión perfecto 

12 de Mayo de 2024
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Es realmente bonito lo que está haciendo Rafael Soler en el Café Comercial de Madrid con sus Lunes Literarios.

Conocí a Rafael porque Jesús Urceloy reconoció mi voz un día que estaba recitando en el Ateneo. Y de la sala pasamos a la cafetería y allí estaba, entre otros, Rafael. Nos presentaron y días después fui a verle. Al Comercial, por supuesto. Me pasó una novela suya -NECESITO UNA ISLA GRANDE- que me entusiasmó y sobre la que escribí un artículo. Pero entre un momento y otro recibí un guasap de Rafael Soler diciéndome que presentaba -yo- el 6 de mayo a las siete de la tarde en el Café Comercial. 

Entendí que me invitaba a presentar el libro que ahora estoy promocionando: El sabor del último beso.

Confieso que no pensaba presentar ese libro en Madrid. Tenía mis razones, pero ya que me estaban invitando...

Y cuánto me alegro de haber aceptado la invitación. Éxito inmenso. No sólo la planta de arriba del café más mítico de Mad Madrid estaba abarrotada y mi amiga la librera Carolina Méndez vendió un montón de libros, sino que -y sobre todo- los asistentes disfrutaron muchísimo, y así me lo fueron haciendo saber luego en mensajes y llamadas y ecos. 

Un buen anfitrión consigue dos cosas: hacerte sentir verdaderamente apreciado y al mismo tiempo cómodo, sin tensiones en ningún momento.

"Si soy ingenioso, soy ingenioso, y si me estoy mirando la punta de los dedos y no hago caso a nadie... también perfecto".

Desde esta humilde tribuna que la magia de la tecnología actual logra hacer que pueda ser vista en Australia, Nueva York, o el pueblo más pequeño, agradezco su bonhomía y hospitalidad, que llegó al punto de invitar al acto a su cuñado: el expiloto de Fórmula 1 Emilio de Villota que dio el toque final maestro a la presentación del seis de mayo en el Café Comercial de la novela inspirada en la vida del Marqués de Portago, Fon, y que se titula El sabor del último beso.

Excelsior.

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