Las cofradías de Sevilla han perdido al “cirujano de Dios”, Joaquín Cruz Solís, el gran restaurador y escultor de las grandes tallas profesionales de la Semana Santa sevillana en la ciudad de hispalense.
Junto a sus tres hermanos, Antonio y Raimundo lideraron durante décadas la restauración de las tallas de la Semana Santa en Andalucía.
Por las manos del “cirujano de Dios”, pasaron como si se tratara de un quirófano, el Cristo del Cachorro en 1973 tras un incendio, el Cristo del Gran Poder, Pasión, la Amargura, el Señor de las Penas, el Señor del Descendimiento de la Quinta Angustia, el Cristo de la Fundación, el de la Expiración del Museo o el de la Buena Muerte en Madrid.
Joaquín Cruz Solís, nació en Andújar (Jaén) el 27 de enero de 1930. El médico de las imágenes revolucionó la técnica y los criterios para la restauración de esculturas en madera. Estaba casado con Leonor Casado, artista plástica y pintora.
Los hermanos Cruz Solís aplicaron protocolos que hoy se siguen aplicando en las facultades de Bellas Artes y en los talleres de restauración, o solo de España, sino también fuera.
Los hermanos fueron los precursores de lo que hoy es el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH).
Joaquín Cruz Solís fue Académico Emérito del Real Instituto de Estudios Históricos Políticos de Ciencias y Bellas Artes Alfonso XIII, profesor de la Facultad de Bellas Artes de Madrid, director del Instituto Central de Restauración y jefe del departamento de escultura del Instituto de Conservación y Restauración de Obras de Arte y Catedrático de instituto.
En Madrid, restauró las tallas del Cristo de la Buena Muerte de los Estudiantes. Las hermandades confiaron durante décadas el gran patrimonio artístico sevillano.
En el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico restauraron a la Amargura (1996) o al Señor de la Pasión (en el mismo año).
Era el “cirujano” del Cristo del Gran Poder, imagen que restauraron en dos ocasiones: en 1983 y en 2006, para devolverle la dulzura al rostro, ya que había perdido casi por completo la policromía.
Incendio en el que desapareció la Virgen del Patrocinio
Su primer trabajo en Sevilla fue en el Cachorro, en 1973, tras el incendio en el que desapareció la Virgen del Patrocinio. La imagen quedó en muy mal estado, tanto que incluso impidió que saliese en Semana Santa. El Cachorro llamó a los Cruz Solís, que sanaron la talla pese a que presentaba graves quemaduras sobre todo en las piernas.
A Joaquín Cruz Solís, junto a Antonio y Raimundo, le dedicaron una plaza en Sevilla detrás de la basílica del Cachorro. Recibieron, asimismo, 'El Llamador' de Canal Sur Radio en 2007 tras la restauración en julio de ese año al Gran Poder. Su hijo, Marcos Cruz-Solís Casado (Madrid, 1965) sigue la estirpe familiar.
Intervino en la restauración de la Patrona de Toledo, Nuestra Señora del Sagrario, encargo del Cardenal Primado de España. En el año 2007 trabajó en la imagen de Nuestro Padre Jesús del Amor y su paso de misterio del Santo Descendimiento de Ciudad Real, obra de su maestro, el escultor conquense Luis Marco Pérez.
Su último trabajo fue la intervención en la restauración y consolidación de la imagen de Nuestra Señora de los Torneos, imagen del siglo XII, Patrona de la Soberana Orden Militar de Caballería de Alfonso XIII, dado desde el 22 de abril de 2019 al 5 de agosto de 2020.