Varias galerías de renombre alrededor del mundo han cerrado sus puertas, en un momento en el que el arte contemporáneo parece estar cambiando y no para mejor. La icónica Marlborough Gallery, que ha estado en la vanguardia del arte durante casi 80 años, se encuentra en el centro de este fenómeno global, pero no está sola. Exploramos no solo su caída, sino también el cierre de otras galerías importantes y el impacto que esto tiene en el ecosistema artístico global.

Marlborough Gallery: un legado que se despide
Fundada en Londres en 1946 por el inmigrante judío Frank Lloyd y el emigrante vienés Harry Fischer, la Marlborough Gallery ha sido un pilar en el mundo del arte. Durante su existencia, la galería representó a gigantes del arte contemporáneo como Francis Bacon, Lucian Freud y Jackson Pollock.

Sin embargo, después de casi ocho décadas de historia, ha anunciado que cerrará sus espacios en Londres, Nueva York, Barcelona y Madrid. La decisión, tomada tras la muerte de sus fundadores y la reciente partida de destacados artistas, marca el fin de una era para uno de los nombres más prestigiosos en el arte comercial.

El Impacto de la crisis económica en el arte
El cierre de Marlborough no es un caso aislado. En Londres, la situación es igualmente alarmante. Galerías como Simon Lee y Foldhan tenido que cerrar debido a una combinación de factores adversos, incluyendo el impacto económico del Brexit, la pandemia de COVID-19 y una recesión económica global. Simon Lee, conocido por representar a artistas de renombre y organizar exposiciones innovadoras, se declaró en insolvencia el año pasado, dejando a muchos artistas sin pagos por sus obras vendidas. La galería Fold, que fue un refugio para artistas emergentes, cerró sus puertas en agosto de 2023, citando deudas acumuladas y una disminución en las ventas como razones principales.

El efecto dominó en Nueva York
El cierre de importantes galerías en Londres también ha encontrado eco en Nueva York. TriBeCa y Betty Cuningham, dos nombres icónicos en el panorama artístico neoyorquino, han cerrado recientemente. Betty Cuningham, que había sido un pilar en el arte desde 1972, decidió cerrar su espacio físico y operar únicamente en línea. Esta decisión se tomó debido a los altos costos de mantenimiento y alquiler, factores que también contribuyeron al cierre de Fortnight Institutey Washburn Gallery en la misma ciudad.

El caso de Washburn Gallery es particularmente doloroso, ya que enfrentó un aumento drástico en los gastos y una difícil negociación de arrendamiento que culminó en el desmantelamiento de un edificio histórico para dar paso a una moderna torre de oficinas.

Los retos de los artistas emergentes
Para los artistas emergentes y los creadores en desarrollo, el cierre de estas galerías representa un golpe significativo. Las galerías no solo sirven como espacios de exhibición, sino que también proporcionan un soporte crucial para el desarrollo profesional y la visibilidad de los artistas. La falta de galerías para representar a estos artistas significa menos oportunidades para mostrar su trabajo, lo que puede afectar gravemente sus carreras.

Las galerías que cierran a menudo dejan a los artistas con pagos atrasados y sin un espacio para exponer su trabajo, lo que genera una presión adicional en un mercado ya volátil. Este problema se amplifica con el aumento de los costos operativos y la falta de apoyo institucional, como lo destacó Alys Williams de Vitrine, que cerró después de 15 años debido a los altos costos asociados con el transporte y almacenamiento de obras de arte.

Un Rayo de Esperanza en el Horizonte
A pesar de los cierres, también hay señales de esperanza en el panorama artístico. Galerías más pequeñas y nuevas están surgiendo y expandiéndose, ofreciendo nuevas oportunidades para los artistas y revitalizando el mercado del arte. Espacios como Rose Easton y Sherbet Greenestán ganando terreno, mostrando a artistas jóvenes y emergentes con propuestas frescas y emocionantes.

Lagalería Castor, que se mudó recientemente a Fitzrovia, y Ginny en Smithfields también están demostrando que es posible prosperar en medio de la crisis. Estos nuevos espacios, junto con el crecimiento de galerías establecidas como Alison Jacques y Pilar Corrias, sugieren que, aunque el mercado del arte está en un estado de cambio, sigue habiendo un dinamismo vibrante y una voluntad de reinventarse.

El futuro del arte contemporáneo
La transformación en el mercado del arte contemporáneo es inevitable, y aunque los cierres de galerías representan una pérdida significativa, también abren la puerta a nuevas formas de exhibición y representación artística. La resiliencia de los artistas y la aparición de nuevas galerías indican que, a pesar de los desafíos, el arte sigue encontrando formas de adaptarse y evolucionar.

El panorama actual refleja la realidad de cualquier ecosistema cultural: está en constante cambio, con ciclos de nacimiento y declive. A medida que algunas galerías cierran, otras emergen para llenar el vacío, lo que garantiza que el arte continúe floreciendo y adaptándose a las nuevas realidades del mercado global.
En última instancia, la historia de las galerías de arte que están cerrando es también una historia de resiliencia y transformación. A medida que navegamos por estos tiempos inciertos, la capacidad del arte para reinventarse y adaptarse asegura que siempre habrá espacio para nuevas voces y formas de expresión en el vibrante mundo del arte contemporáneo.
