De vez en cuando, en verdad menos de lo que me pide el cuerpo, llamo a mi amigo Lorenzo y le pregunto por su disponibilidad para montarnos una cita al cruce. Las citas al cruce consisten en acoplarse al ritmo de otra persona, el que normalmente está más ocupado porque es ministro, o tiene muchos hijos, o es un escritor de gran éxito. Silva, en mi opinión, no es ministro porque aunque tiene capacidad de sobra para hacerlo nunca la ha interesado serlo (lástima, porque como Ministro de Cultura sería más que espléndido).
Pero sí tiene una vida familiar intensa y una agenda de trabajo intensísima, amén de ser un escritor de gran éxito.
He estado en un montón de sitios acompañando a Lorenzo gracias a las citas al cruce. Siempre lo disfruto muchísimo.
En la última, la que origina este texto, se me ocurrió ir en mi propio coche hasta su casa para que luego fuésemos juntos en el suyo hasta la Feria de Recoletos, así podríamos hablar tranquilamente dentro de su blanca nave ultra moderna a la ida y a la vuelta.
Y en medio estuve en la quinta planta del edificio del Círculo de Bellas Artes, las vistas son impresionantes, y conoci a un montón de gente interesante. Entre otros redescubrí a Maica Rivero, que ya me había llevado varias veces a Getafe Negro pero con quien nunca había tenido ocasión de charlar desde "los dentros". Saludo a Maica desde aquí y me quito el sombrero.
De embajador de Lorenzo Silva para el pregón, estuvo otro amigo: el exquisito Marchamalo. Qué energía sigue teniendo el chaval, a su lado el resto del mundo parece un poco más lento. Aprovecho que le estoy mencionando para recomendar a cualquiera sus magníficos libros sobre escritores, los "marchamalines como los llama Luis Landero" (Wolf, Baroja, hierro, Pessoa .... deliciosos y magistrales todos ellos).
Pero también tuve la suerte de conocer a alguien nuevo: Catalina. Catalina, que en su carnet de identidad se llama María José, pero a quien su padre decidió llamar Catalina porque nació en el día en el que se conmemora a la santa.
Sucedió entonces, y ya sé que esto parece un cuento, que la María José a la que todo el mundo llama Catalina decidió bautizar a su propia hija como Catalina. Pero.... creo que sí que es un cuento aunque sea cierto.
Pero todo el mundo en la familia piensa que la hija de Catalina se llama Catalina no porque a su madre la llamen así de un modo tan mágico y bello, sino porque en la familia de su marido hay, o hubo, otra Catalina, que es un personaje imprescindible entre ellos.
A la Catalina mágica en primer lugar, a la Catalina bautizada Catalina en segundo, y por supuesto también a la Catalina mítica en la historia de lafamilia dedico este artículo, que quiero acabar con el enlace a la página web de Lorenzo Silva donde puede leerse su muy inspirado y generoso pregón para la Feria número 34 del Libro de Antiguo y Viejo. (Viejo y Antiguo, lo llaman los canones, pero yo soy como el padre de la Catalina que en su carnet de identidad se llama María José, y escribo y digo como quiero).
https://www.lorenzo-silva.com/despachar-alegria/
Excelsior