Nuestra especie siempre se ha caracterizado por la búsqueda inherente de actividades con las que entretenerse y divertirse. Y, más allá del deporte o los videojuegos, muchas de ellas se han basado en la necesidad de emular otro tipo de comportamientos o situaciones. Siendo las actividades en equipo y las simulaciones tácticas algunas de las más recurrentes a lo largo de los años. Por ello no resulta extraño el auge exponencial de actividades lúdicas, con un claro componente deportivo, como el airsoft. En este ocasión, y de la mano de Ranger atienda, uno de los líderes en la venta de productos de airsoft, os contamos todo sobre dicha actividad y sobre su idoneidad para cualquier amante del deporte y la estrategia.
¿En qué consiste el airsoft?
Hablar de airsoft es hacerlo de una práctica que aúna deporte, aventura, ejercicio físico, compañerismo y un claro componente táctico y estratégico. Conceptualmente hablando, hace referencia a una actividad que basa sus mecánicas de juego en simulaciones estratégicas, normalmente al aire libre, en las que varios grupos de personas siguen una temática táctica y de enfrentamiento, que incluye un guión y customización acorde con la situación. Customización está última que, como leeremos más adelante, también hace las veces de equipo de protección.
En muchas ocasiones comparan el airsoft con los videojuegos competitivos online (FPS). Y el paralelismo resulta de lo más acertado. No en vano, nos encontramos ante varios equipos luchando para obtener la victoria bajo un entorno y condiciones previamente establecidos. Para dicho enfrentamiento se utilizan Armas Lúdico Deportivas (ALD's). Réplicas de armamento de fuego real, fabricadas con materiales biodegradables, que disparan balines de PVC o resina (bbs) con una potencia que oscila entre 1 y 3 julios. Algo que, como os podéis imaginar, hace necesario, y hablamos de seguridad, que la customización anteriormente comentada incluya chalecos, cascos, gafas y demás material de protección. Material que suele, por otro lado, emular al equipado por las unidades militares o policiales.
Historia, normas y regulación
Hay quien piensa que el airsoft es una práctica con muy pocos años de recorrido a sus espaldas. Se equivocan por completo. No en vano, los primeros modelos de réplicas de armas datan, ojo al dato, de los años 50. Teniendo como absoluto protagonista a la multinacional juguetera Mattel y a su pistola de juguete "Shootin' Shell". Siendo, eso sí, los años 70 el marco de las primeras recreaciones de escenarios de guerra con ALD's. Algo que emularía incluso el propio ejército estadounidense en sus maniobras de prácticas y entrenamientos previos a la Segunda Guerra Mundial. Eso sí, conviene destacar que fue Tokyo Mario, uno de los fabricantes más destacados dentro del Airsoft, quien popularizó y abrió al gran público esta práctica con la comercialización en todo el mundo de sus propios diseños y réplicas.
Para muchos el airsoft viene a ser como una suerte de obra de teatro eminentemente militar. Algo que, como os podéis imaginar, implica un guión y una estructura mecánica y jugable bastante bien medida. Estructura que suele variar de una representación a otra y que va a depender de los propios participantes o de la entidad organizadora. Y dicho requisito viene a ser condición sine qua non de una normativa igualmente cuidada. Por un lado, conviene destacar que las armas de aire comprimido (categoría 4ª del Reglamento de Armas de España) no requieren ningún tipo de licencia. Pudiendo ser adquiridas como cualquier otro complemento deportivo. Quedando, eso sí, su compra grabada en los registros de la Guardia Civil. Por otro lado, su cantidad viene limitada a 6 unidades por persona. Información, toda ella, disponible en la web de la Federación Española de Airsoft.
Un sinfín de beneficios
El airsoft es una práctica que fomenta el trabajo en equipo, el compañerismo y la interacción. Configurándose, por el camino, como un deporte eminentemente social y de creación de fuertes lazos. Algo que puede parecer contradictorio para quienes piensen que se trata de una actividad violenta. Para más inri, dicha práctica fomenta el respecto, y no sólo por el prójimo sino también por el medio ambiente. Cuestión que queda perfectamente recogida en su propio decálogo de normas. Por si fuera poco, el airsoft se encuentra abierto a casi todas las edades. Resultando idóneo para quienes necesiten escapar de la monotonía y despertar todos sus sentidos. Y es que no sólo se trata de estar en forma, físicamente hablando. Orientación, agilidad, compañerismo, estrategia, honor... Nos encontramos ante un juego que fomenta, y potencia, múltiples cualidades y valores tanto físicos como morales.
En definitiva, el airsoft es una práctica en auge que combina deporte y estrategia, bajo valores como el honor y el compañerismo, dentro de un entorno totalmente controlado y seguro. Todo un subidón de adrenalina que, más allá de mantenernos en plena forma, se configura como una de las actividades de ocio con un componente social más pronunciado. ¿Te apuntas a esta sorprendente aventura//experiencia?