La Nao Victoria visita Vigo, un puerto con ciudad

Ángel Eduardo Agra
07 de Octubre de 2023
Actualizado el 17 de octubre de 2024
Guardar
Nao Victoria 01 (1)

Salimos temprano, el pasado 9 de septiembre de 2023, con el objetivo de visitar la Nao Victoria[1] atracada en el Puerto de Vigo, - dentro de su Gira 2023-, donde nos esperaba la directora del proyecto, Brenda Serra, para visitar la nave y empatizar con la tripulación de esta exacta réplica de la histórica Nao que fué la única que regresó de la circunnavegación al Mundo (1519-1522).

El pasado año se cumplía el quinto centenario de la histórica gesta aunque las celebraciones se han extendido hasta junio de este año. El hecho de que la Nao Victoria visite Vigo - población de la que se dice que es tan de mar que es un puerto con ciudad-, es un buen motivo para recordar aquel viaje, siempre sin perder de vista que ocurrió hace medio siglo.

Fue la llamada “Armada de las Especias” o de Magallanes. Esta nao, junto con las demás naves, estaba atracada en Sevilla en 1490, con la misión encomendada por los Reyes Católicos, de controlar el Estrecho de Gibraltar y dar el asalto al último reino moro, el de Granada. De igual importancia que las que formaron la flota de Colón, la Nao Trinidad, buque insignia, con 55 hombres de tripulación y 110 toneladas, la Nao San Antonio, 120 toneladas y 60 hombres, la Nao Concepción 90 toneladas y 45 tripulantes y la carabela Santiago de 75 toneladas y 43 hombres y la Nao Victoria de 85 toneladas y 42 hombres. En total 292 tripulantes.

Nao Victoria

Para hacernos una idea de la vida de estos hombres solamente hay que repasar las condiciones de conservación de los alimentos que llevaban, ovejas, cabras, gallinas, con sus respectivos huéspedes, ratas, ratones y otros. Y los más diminutos, garrapatas, piojos, chinches y cucarachas.

La higiene, como hoy en día la entendemos, brillaba por su ausencia, más bien no existía. Las necesidades se hacían por la borda, y la ducha cuando llovía o con agua del mar, lo que curtía las pieles de los marinos y debilitaba, a su vez, la salud de aquellos hombres. Y, pasados unos meses, se puede imaginar el olor y el aspecto de esos hombres, con brotes de sarna y otras enfermedades.

Los conflictos entre ellos eran habituales, enjuiciamientos, muertes naturales, deserciones y algún que otro motín. La Nao Victoria volvía en 1520 habiendo descubierto las costas de Chile, el Estrecho de Magallanes, la Patagonia, la Tierra del Fuego. La Trinidad, la Concepción y la Santiago, naufragaron o fueron hundidas. La San Antonio desertó en el Estrecho de Magallanes y regresó a España. Y la Nao Victoria fue la única que dio la vuelta al mundo, regresando a Sevilla con 18 hombres en un penoso estado.

Las características de las naves que fueron las más usadas por portugueses y españoles para el tráfico con las indias son una evolución de la carraca y la carabela con un mástil, la mayor, un trinquete y una mesana y un bauprés en el castillo de proa, con una vela cebadera. La mesana con una vela latina, el trinquete y la mayor con velas cuadras, con una cofa cada una, para los vigías y con unas garfias.

Nao Victoria

La madera que se solía usar fue la de teca, robles y el pino de Valsaín para los mástiles por su especial textura, al no tener nudos, siendo endémico este árbol de la cuenca del río Eresma que nace en Navacerrada y que cruza Segovia y Valladolid para llegar al Duero, tierras llenas de buenas gentes que ahora llaman la España vacía. A sus pies el Alcázar de Segovia.

La quilla que era de roble, se cortaba en la cuenca del Miño, que eran escogidos para tener la curvatura necesaria para las cuadernas, para los vaos, los trancaniles y otros. Este trabajo lo solían hacer los maestros carìnteros. Las cabubillas, que tenían que hacerse a mano, era de una gran labor al ser de cáñamo, y se fabricaban en San Fernando, Cádiz. Buena parte de la clavazón, en hierro fundido, tuvo que ser hecha a mano y las anclas, forjadas en una factoría sevillana. También se forjaron en hierro los herrajes del timón y los firmes de los cadenotes. Solo basta la muestra de las dificultades que tuvieron los marinos que hace 500 años descubrieron el Nuevo Mundo, siendo mayoría de ellos andaluces, vascos y gallegos. Y hablando de Vigo y su razón de ser, el mar, sería injusto no hablar del Museo del Mar, desde su castro conservado, hasta el primer submarino de ataque fabricado por Sanjurjo Badía, nacido en Sada (A Coruña). Pero pueden observarse muy diferentes navíos, las primeras bateas de hace 300 años así como vestuario antiguo de buzos, fauna marina, botas de los voluntarios que lucharon contra el chapapote del Prestige, y muestras de la tradición ballenera gallega. A los que se animen a ir, pero vayan con tiempo, les hará falta un día para verlo.


[1] Réplica del navío que entre 1519-1522 realizó la Primera Vuelta al Mundo, la mayor hazaña marítima de todos los tiempos. Por primera vez en la historia un barco, que sale y regresa del puerto de Sevilla capitaneado por Juan Sebastián Elcano, consiguió rodear el planeta.

Construida en España en 1991, para trazar las formas y definir las características de la nave se siguió un largo proceso de investigación histórica dirigido por Ignacio Fernández Vial, su diseñador y constructor. Un exhaustivo estudio basado en fuentes documentales, crónicas, tratados náuticos del siglo XVI, e iconografía de la época, que permitió precisar sus dimensiones principales, arboladura, velas y equipos.

En 2004 para conmemorar la primera vuelta al mundo y difundir la labor descubridora de los marinos españoles, esta réplica de la Nao Victoria emprende de nuevo desde Sevilla un viaje alrededor del globo. Durante los años 2004 a 2006 se navegaron 26.894 millas y se visitaron 17 países, siendo la primera réplica histórica en circunnavegar la tierra.

La Nao Victoria es un proyecto de la fundación que lleva su nombre, con sede en Sevilla e integrada por entidades e instituciones públicas y privadas.

Lo + leído