Palmeras y plumas

05 de Abril de 2020
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palmeras
Ha pasado por delante del dormitorio así como tropecientas veces y encasi todas se ha quedado bajo el dintel de la puerta, apoyada la cabezaen la jamba, mirando triste y absorta la cama cubierta con el edredónde palmeras y los almohadones alineados, ordenados, aburridos...Entonces acude a su mente el condenado recuerdo: ella enfurecida,protestando y gritando:"¡En mi cama no se salta, mi alcoba essagrada!, ¿entendido?".Los niños asienten, lo juran; sudorosos lamiran intentando reprimir la risa incontrolable que aflora pese a laregañina...El recuerdo se licua entre lágrimas. Los echa de menos,ahora sabe cuánto.Se promete que cuando todo esto pase va a organizaruna fiesta en su sacrosanta alcoba, sobre el edredón de palmeras, y labatalla con las almohadas se convertirá en una suave y alegre lluvia deplumas blancas y risas, risas incontrolables en el oasis de su cama.
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