Sebastião Salgado: el fotógrafo que mostró el alma del mundo a través de su lente, muere a los 81 años

El brasileño que convirtió la fotografía en un grito de justicia social y ambiental nos deja un legado inolvidable

23 de Mayo de 2025
Actualizado a las 20:10h
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Sebastião Salgado

El mundo de la fotografía ha perdido a uno de sus mayores exponentes. Sebastião Salgado, el fotógrafo brasileño que dedicó su vida a documentar las injusticias sociales, el sufrimiento humano y la belleza natural del planeta, ha fallecido a los 81 años. Su muerte, ocurrida este viernes, deja un vacío en el arte visual, ya que Salgado no solo capturó imágenes, las transformó en poderosas herramientas de denuncia y reflexión.

Nacido en 1944 en Conceição do Capim, una pequeña localidad del estado de Minas Gerais, Salgado comenzó su carrera profesional como economista. Sin embargo, su pasión por la fotografía lo llevó a dejar atrás la teoría económica para sumergirse en el fotoperiodismo. A lo largo de su carrera, sus imágenes en blanco y negro no solo documentaron realidades extremas, sino que también hicieron visible el sufrimiento y la resistencia de aquellos que son invisibles para la sociedad.

A través de su cámara, Salgado retrató algunas de las poblaciones más marginadas del mundo, desde los trabajadores rurales en Brasil hasta los refugiados que huían de la guerra. En sus 48 expediciones a la Amazonia, documentó la fragilidad de la selva y la vida de los pueblos indígenas, capturando escenas de una belleza y vulnerabilidad únicas. La fotografía para Salgado no era solo un arte; era un llamado a la acción, un grito de alerta sobre los peligros que enfrenta el planeta y sus habitantes.

Xamã Yanomami em ritual durante a subida para o Pico da Neblina. Estado do Amazonas, Brasil, 2014 — Foto Sebastião Salgado
Xamã Yanomami em ritual durante a subida para o Pico da Neblina. Estado do Amazonas, Brasil, 2014 — Foto Sebastião Salgado

Su obra maestra Éxodos, que mostró la tragedia de los desplazamientos masivos causados por la guerra y la pobreza, y Génesis, que exploró los últimos rincones de la naturaleza virgen del planeta, son solo algunos ejemplos del alcance de su trabajo. En Amazônia, uno de sus últimos proyectos, Salgado llevó al mundo la historia de la selva amazónica y sus pueblos originarios, mostrándonos no solo la belleza de la región, también las amenazas que enfrenta ante la destrucción ambiental. Su estilo único, con un uso magistral del blanco y negro, convirtió cada imagen en una reflexión profunda sobre la vida, la muerte y la relación del ser humano con su entorno.

La huella de Salgado va más allá de su impresionante obra visual. Junto a su esposa, Lélia Wanick Salgado, fundó el Instituto Terra en 1998, con el objetivo de restaurar la biodiversidad de la Amazonia y promover la reforestación en Brasil. A través de este proyecto, Salgado no solo dejó un legado artístico, también ecológico. En su carrera, recibió varios premios internacionales, entre ellos el Príncipe de Asturias de las Artes y el Premio Rey de España de Periodismo, reconocimiento a su incansable trabajo por mostrar al mundo las realidades que pocos se atrevían a documentar.

Arquipélago de Mariuá, no Médio Rio Negro exposição 'Amazônia', de Sebastião Salgado — Foto Sebastião Salgado
Arquipélago de Mariuá, no Médio Rio Negro exposição 'Amazônia', de Sebastião Salgado — Foto Sebastião Salgado

Salgado no solo fotografió tragedias, sino también esperanza. "Mi trabajo es un testimonio del amor por la humanidad", dijo en varias ocasiones. A través de su lente, ofreció al mundo no solo una visión de la miseria, sino también de la dignidad y la resistencia de aquellos que se enfrentan a las mayores adversidades. De hecho, sus imágenes revelan más que el sufrimiento: muestran la fortaleza del espíritu humano frente a la adversidad.

En el año 2024, a sus 80 años, Salgado reflexionó sobre su vida y su carrera. En una entrevista, el fotógrafo admitió que, aunque el fin de su vida estaba cerca, seguía trabajando con la misma pasión que cuando comenzó. "No tengo ninguna preocupación de cómo seré recordado. Mi vida está en mis fotos, y nada más", dijo con la serenidad de quien sabe que ha dejado una huella imborrable en la historia de la fotografía.

El legado de Salgado también se refleja en su hijo Juliano, quien documentó su trabajo en el aclamado filme El Sal de la Tierra, que recibió una nominación al Oscar. A través de este documental, el mundo pudo ver no solo el trabajo de un fotógrafo, también la vida de un hombre que dedicó su existencia a retratar la realidad, por dura que fuera. Las imágenes de Salgado se convirtieron en un espejo de la sociedad, un reflejo de sus contradicciones y su belleza, que inspiraron a millones de personas alrededor del mundo.

Êxodos, de Sebastião Salgado, na Galeria Aliança Francesa Botafogo 2
Êxodos, de Sebastião Salgado, na Galeria Aliança Francesa Botafogo 2

Hoy, el mundo pierde a uno de los fotógrafos más influyentes de la historia, pero su legado perdura. Cada una de sus imágenes sigue siendo un grito de alerta, una invitación a reflexionar sobre nuestra relación con el mundo que habitamos y las personas que lo comparten con nosotros. Sebastião Salgado ha dejado de ser el fotógrafo que documentaba las injusticias para convertirse en un símbolo de la lucha por un mundo más justo, más humano y más sostenible.

Su muerte marca el fin de una era en la fotografía, pero las imágenes que dejó siguen siendo una referencia esencial para las generaciones futuras. Salgado no solo fue un testigo de su tiempo, también un activista que utilizó su cámara para defender los derechos humanos, la naturaleza y las culturas en peligro de extinción. La historia de su vida y su obra continuará inspirando a quienes creen que el arte puede cambiar el mundo.

Sebastião Salgado, el hombre que enseñó al mundo a mirar más allá de lo visible, ha muerto, pero su mirada sigue viva, desafiándonos a ver el mundo con sus ojos.

 

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