Solo 120 minutos. Nada más
Mi cuerpo es mi tabla de náufrago. Escucho las necesidades y deseos en cada una de mis fases para no morir.Él habla, Yo obedezco.Es la única estrategia que me mantiene con vida. Una vida en la que merezca la pena y el llanto.«El cuerpo nunca miente», me dice Alice Miller.«En la depresión, el cuerpo se rebela contra las mentiras», me grita.«Yo no soy depresiva. Yo solo estoy harta de vivir en mí, nada más», me recuerdo.Ahogar los sentimientos de Erika-Gafotas. Empaparlos de alcohol, hacerlos volar a ras del suelo, vomitarlos sin masticarlos, vestirlos de teoría.Esa soy yo: mi querida, queridísima, maltratadora particular.Para aplacarla, para no matarme otra vez más, registro mis ciclos, encarno mis fases, dejo que las hormonas hablen a través de mí, porque si me dejo sola conmigo volveré a cortarme la lengua.Escribe mi cuerpo para hacerme manto de bosque. Mujer-lombriz, artista del humus que, tras dos meses en casa paterna, muere de intoxicación. «¡No se puede hacer abono con tanta mierda!», señala una vecina presente en el suceso.«Colapso por exceso de materia fecal», concluye la perito forense.«Hay muy pocos supervivientes de abusos infantiles que sean capaces de soportar agresiones y que prefieran aceptar el aislamiento que surge de ellas a traicionar su verdad.»Abusos sexuales por parte de mi tío.Maltrato físico y psicológico por parte de mi padre.Normalización de ese maltrato por parte de mi madre.Lo siento aita, lo siento ama. Yo seguiría callada, pero este cuerpo que se obceca en no ser:Caiga quien caiga, pues es una cuestión de vida o muerte. Y yo ya conozco lo que es vivirse muerta. No busco venganza, jamás, busco PAZ. Calma. Una hora en mí sin sentir que un meteorito va a matarnos a todos. Y otra hora más sin querer matarme porque ese meteorito ha sido invocado por la semilla del mal que brota en mi huesudo pecho. 120 minutos de ligereza para mí en estos treinta y dos años dos meses y doce días. Nada más.Después de toda una vida protegiéndoos, me toca protegerme a mí. Rezo para que me entendáis pero sabéis que soy atea. Me dejo en mis manos, nunca más en las vuestras.ERIKA IRUSTAAnimal vulnerable nacido en la Margen Izquierda de Bilbao en 1983. De profesión: pedagoga, investigadora y divulgadora especializada en ciclo menstrual. Como no existe carrera para tremendo oficio crea el concepto de Pedagogía Menstrual y, desde 2010, se dedica a diseñar y a facilitar espacios educativos para cuestionar, investigar y resignificar la experiencia del ciclo menstrual en el cuerpo femenino desde su proyecto web elcaminorubi.com. En 2015 crea Soy1Soy4: La Comunidad, la primera comunidad educativa online sobre el ciclo menstrual y sobre la experiencia menstrual en nuestra cultura occidental.