Pasotas reseña – Los 80 desde una perspectiva juvenil y cruda

07 de Agosto de 2024
Actualizado el 08 de agosto
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Pasotas reseña – Los 80 desde una perspectiva juvenil y cruda

Pasotas es un comic publicado de la mano de Dolmen Editorial y Carmelo Manresa, en junio de 2024. El autor, con experiencia en transportarnos a los años ochenta con dos de sus obras anteriores (Plaza de Bacalá, y Cine de Verano). Nos hace viajar en el tiempo nuevamente para hacer un retrato de los problemas que enfrentaba la juventud de la época.

LA JUVENTUD EN LOS OCHENTA 

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Pasotas nos presenta a Miguel “El Melena”, y desde su visión, nos cuenta la historia de un adolescente de los años 80 en España. Miguel vive en el pueblo levantino ficticio de Alcaucil, donde comparte vivencias con su grupo de amigos. Durante esta historia encontraremos por un lado las clásicas experiencias de adolescente. Las primeras chicas, las primeras fiestas, o las diferentes personalidades que podías encontrar en la época del instituto. Por otro lado, también se nos muestra una imagen más cruda de los hábitos de la juventud de la época, el consumo de drogas.

Respecto a este tema, Pasotas nos muestra una cara cruda y para nada adornada, sobre el consumo de drogas en la juventud. Los 80 fueron años de cambios y de liberación para una generación que, entre otras cosas, vivió la expansión masiva del comercio de drogas. Sustancias como el hachís, la marihuana, las anfetaminas y el LSD eran de fácil acceso. A través de “El Melena” sabremos la realidad de algunos de sus conocidos, las adicciones, y las consecuencias que estas tuvieron en sus vidas. No solo enfoca el consumo de drogas de una forma realista, sino también realmente cercana a través de personajes secundarios.

ESTRUCTURALMENTE MUY BIEN DISEÑADO 

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La estructura en la que se encuentra dividido Pasotas, hace que el hilo conductor de la historia te guíe de forma muy fluida por la vida de Miguel. De esta forma, vemos claramente como evoluciona, de la primera parte que cuenta con dos capítulos: El club de las eras, y El instituto. Del Miguel más inocente y despreocupado, centrado en sus amigos (Charli, Poncho, Flecos y Carol). Así como la música y los comics, que nos encuadran en conjunto en el contexto social de los 80. Y pasamos a la segunda parte, también con dos capítulos: Vidas Rotas y Neurosis. Estas, crean un contraste respecto a la primera mitad del comic, aquí encontramos la crítica, la crudeza, el consumo de drogas, y los problemas mentales.

A nivel artístico, el comic está enfocado en las publicaciones de la época ochentera. Los colores, un bitono en negro y verde, emulando los cómics americanos. Los trazos limpios y detallados capturan perfectamente la esencia de la época. La moda, los escenarios, los peinados de los personajes, o la mención a bandas de música que marcaron esos años. Cada viñeta está cuidadosamente elaborada para atraparnos y transmitirnos lo que sienten o viven los personajes. Considero que Manresa tiene una gran capacidad para representar gráficamente las crisis emocionales de los personajes, como los miedos, o la ansiedad.

PASOTAS HACE LAS VECES DE CAPSULA DEL TIEMPO 

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La configuración del comic es prácticamente la misma durante sus 208 páginas, tres tiras de viñetas. Editado por Dolmen Editorial, con Carmelo Manresa como guionista, además de dibujo y color. La corrección por Celia Corral y Óscar Gómez. Maquetado por David Saavedra y publicado en formato Cartoné con un precio de 19.95€.

En definitiva, Pasotas nos muestra una ventana a la crudeza y la realidad social de los años 80 en España. Tras una época de cambios sociopolíticos muy importantes, en la que la libertad era interpretada de múltiples formas, y cada persona las vivía a su manera. En medio de este huracán, Miguel “El Melena”, se encarga de enseñarnos las idas y venidas de su vida y la de sus conocidos. Las consecuencias de malas decisiones, y como las personas a tu alrededor son un factor muy influyente.

Se trata de una obra accesible a todo tipo de generaciones, para algunos puede ser un viaje nostálgico, e incluso pueden sentirse identificados. Para los más jóvenes, puede ser una capsula del tiempo que les permita ver la realidad de la juventud de España hace 40 años, y como ha cambiado todo.

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