Karl Lagerfeld vuelve a estar más de actualidad que nunca gracias a la miniserie Becoming Karl Lagerfeldque emite actualmente la plataforma Disney+, él que procedía de una familia acomodada de Hamburgo, preciosa ciudad situada al norte de Alemania, en los años 50 se fue a París, y allí, en la capital del Sena, es donde viviría y desarrollaría su exitosa vida profesional hasta el final de su vida. Excéntrico, elocuente y poseedor de algunas de las frases más controvertidas de la historia de la moda sobre estatura, peso e incluso cirugía plástica, era un gran desconocido para el gran público ya que apenas hay entrevistas ni fotografías de él fuera del backstage de Chanel, pero sí que es posible ver muchos documentales e intervenciones en la televisión francesa en la que su presencia era habitual.
En mis noches de insomnio, tras el fallecimiento de mi padre, vi todo lo que había sobre moda y arte en la red. Y allí me encontré con un sorprendente Kaiser. Era un placer ver cómo explicaba su vida, dicen que un poco “maquillada”, a través de sus dibujos. Era rápido, ágil y digno de admiración porque le encantaba su trabajo, por eso nunca se retiró, se mantuvo activo hasta el final. Siempre aparecía rodeado de lápices de colores, libros y revistas. Fue capaz de sacar del ostracismo a Chanel, reinterpretó sus símbolos como las camelias, las perlas, los lazos negros, los botones y todo aquello que cualquier profano identifica con la famosa casa francesa fundada por Coco Chanel. Sus bocetos eran impecables, de ahí que las costureras no tuvieran que modificar nada. Sus desfiles eran arte, le dejaban el Grand Palais donde recreaba cada temporada un escenario en forma de aeropuerto, playa paradisiaca o estación de esquí.
Su creatividad no tenía límites, compaginaba su trabajo en la icónica Maison francesa con Fendi y ya, en los últimos tiempos, con su propia marca que fundó siendo ya mayor. Decoraba habitaciones de hoteles, fiestas como el baile de la Rosa en Mónaco, exponía sus propias fotografías, tenía su propia librería, Librairie 7L, y era un lector compulsivo. Por otro lado, su preciosa biblioteca tenía unos 300.00 libros, biblioteca que ha sido muy fotografiada y utilizada para campañas publicitarias. Es impresionante. Sus ya mencionadas intervenciones televisivas y en algún que otro documental, me hacían descansar plácidamente, y su preciosa gata birmana, Choupette, me sacaba una sonrisa. Sí, su gata que era, y es, una princesa a la que adoptó casi por casualidad. Un modelo de la casa Chanel se la dejó para que la cuidara mientras estaba de viaje y Lagerfeld ya no se la devolvió.
Un hombre tan aparentemente frío, porque no sabemos realmente cómo era, perdió el sentido por Jacques de Bascher, al que compartió con medio París, y por su gata, a la que hizo tan famosa que hasta la prensa le preguntaba por ella. Choupette protagonizó campañas de moda, coches y cosméticos, e inspiró muchos artículos que se venden en los almacenes que llevan el nombre, Karl Lagerfeld. Se dice que Choupette facturó 3 millones de euros, o sea, que ella tenía su propia fortuna como solía decir Karl. Viajaba de vez en cuando con él y se paseaba a su antojo por el palacete parisino de su “daddy” bajo la atenta vigilancia de Françoise, ama de llaves de Lagerfeld y actual propietaria de la gata. También compartía despacho con el Kaiser, no hay nada que le guste más a un felino que jugar con lápices o dormitar bajo una lámpara de trabajo.
Le dedicó un libro, Choupette, la vida privada de una gata de altos vuelos. En él se cuentan aspectos de la vida diaria de la gata. Viajaba en avión privado con un equipaje digno de Taylor Swift, a la que también le gustan los gatos, por cierto. Está previsto que un día sus cenizas reposen junto a las de Karl Lagerfeld, de las que solo se sabe que están en un bosque.
Todo esto que comento sé que parece una frivolidad. No lo parece. Lo es. Pero es que los dueños de mascotas hacen todo tipo de excentricidades con ellas. No hay más que echar un vistazo a los diversos perfiles gatunos de Instagram. Algunos felinos son expertos nadadores, otros desfilan como estrellas de Hollywood con escandalosas capas y así un largo etcétera. El mío, Maximiliano, solo lleva una pajarita cuya función es la de sujetar una plaquita con su nombre y su teléfono que espero nadie tenga que utilizar. Al final, pienso, que lo importante es que las mascotas estén bien cuidadas, de lo contrario es mejor no tenerlas.
Sea como fuere Karl Lagerfeld vivió su vida como quiso y, además, dejó una herencia más que considerable a su círculo más cercano. Algunos habían salido de las calles de París como su guardaespaldas y asistente personal. Dejó una fortuna de unos 200 millones de euros a los que le rodeaban (la cifra es aproximada porque se desconoce, algunos dicen que eran 300, 800 millones…) Y a Choupette también. Y quien dice Choupette, dice Françoise Caçote, ama de llaves y nanny de la gata.
Y, hasta aquí, unas breves líneas escritas desde un punto de vista personal sobre un gran creador al que no le gustaba mirar hacia atrás y que pensaba que nunca se iba a morir. Tampoco era amigo de los homenajes, desde luego que era muy singular, pero detrás de ese look tan estudiado, que ocultaba tras unas gafas de sol, se escondía una persona tan frágil o tan fuerte como el resto que cayó en una depresión tras la pérdida del gran amor de su vida, Jaques de Bascher. El día que se fue sentí una gran tristeza porque en él descubrí a una persona apasionada por el trabajo, eso me gusta y mucho, que me hacía pensar en el presente y que transmitía vida. Es una suerte dedicarte a aquello que te gusta. Y encima convertirte en el Kaiser de la moda. Fue un genio a nivel profesional digno de admirar. Y en cuanto a Choupette…pues que me encanta, larga vida a la minina.