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Demasiado gran teatro para tan mal actor

05 de Julio de 2021
Actualizado el 02 de julio de 2024
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La semana anterior Pedro Sánchez vino a Barcelona a hacer una representación teatral donde, a través de un monólogo, demostró que era demasiado gran teatro para tan mal actor. Nos tomó por idiotas y que saldríamos contentos y dándole las gracias por su magnanimidad y humanidad. Le prepararon un discurso que incluyó la expresión catalana "Som d’on som", qué ternura, por poco me emociono y todo.

Vino a explicar que nueve personas a las cuales se les había privado de libertad, volverían a estar con sus familias y amigos, pudiendo volver al trabajo y hacer vida normal, poniendo punto final a una pesadilla tan injusta como inhumana. Pedro Sánchez no demostraba con el indulto su grandeza ni su altura de miras, sino todo lo contrario, la fragilidad de la carcasa institucional. No había generosidad sino imposición europea condicionada a las ayudas económicas. Hacía tiempo que la cancillera Ángela Merkel había dicho, en más de una ocasión, que aquella situación no podía continuar. ¿Tendremos que agradecerle su actuación al señor Sánchez?

Tres años y medio después, el estado que les cerró injustamente entre rejas para salvaguardar la unidad de España y los condenó a más de cien años de prisión en conjunto, dejó libres a los nueve presos políticos independentistas, para que abandonaran los recintos penitenciarios de Lledoners, Wad Ras y Puig de las Bassas, recuperando así la libertad arrebatada. Y "oh casualidad", Lo hizo el día siguiente que el Consejo de Europa, en una votación clara y humillante para la justicia española, en que aprobara un informe, por una gran  mayoría, en el cual pedía la libertad de los presos políticos, la retirada de las euro-órdenes de los exiliados y el final de la represión contra el proceso.

Vean el monólogo, discurso o pantomima, según interpreten, que P. Sánchez nos deleitó en el gran teatro.

Dijo que le importaba mucho más el futuro que los agravios del pasado, que lo hacía por la concordia y por el inicio de una etapa de convivencia; que no espera que los independentistas renuncien a sus ideales como él no piensa renunciar nunca a los suyos, pero, exigía que nos atendiéramos al pacto constitucional, al margen de la lealtad y la legalidad no hay espacio por la política.

Los que ya tenemos una cierta edad y memoria, sabemos cómo y de que forma fue el pacto constitucional, fue un pacto donde se permitió el continuismo de la clase dirigente anterior, cuyas consecuencias todavía las estamos padeciendo hoy en día.

Él con mucha educación y, sin mencionarlo, decía lo mismo que la vicepresidenta Calvo: en la constitución no se contempla la amnistía ni el derecho de autodeterminación, a pesar de haber manifestado que la democracia está abierta a multitud de proyectos. De hecho no están prohibidas ambas cuestiones pero solo se llevaran a término si el estado lo permite.

¿Qué piensan ustedes, queridos lectores? ¿Qué tiene previsto Sánchez por el tema de los exiliados? ¿Por qué sigue habiendo una gran represión? ¿Qué proyecto tiene para Cataluña? ¿Servirá de algo la proyectada mesa de negociación? De Pedro Sánchez yo, personalmente, no me fío un pelo. ¿Hará caso de lo que le ha dicho Europa... o seguirá actuando como hasta ahora? A la vista de cómo y de qué manera actúa, el mal llamado "Tribunal de Cuentas” me temo que continuará, como hasta ahora, dedicándose al teatro y, preferentemente a la comedia.

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