Conor McGregor: conflictos, drogas y peleas afectan al campeón mundial

17 de Diciembre de 2021
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El archiconocido luchador de la UFC Conor McGregor está de nuevo en el centro de todas las polémicas debido a que ha protagonizado un nuevo escándalo. Ha tenido lugar en la alfombra roja de los MTV VMAs, donde estuvo a punto de llegar a las manos con el rapero estadounidense Machine Gun Kelly al que previamente lanzó encima un refresco. La seguridad del evento tuvo que intervenir para evitar la pelea.

Pero este no es el primer incidente que el irlandés ha protagonizado, y probablemente no sea el último. Ese ímpetu que le ha hecho triunfar hasta convertirse en uno de los mejores luchadores, ahora le está jugando malas pasadas y cada vez sale más en las noticias por situaciones ajenas a las mma.

Un temperamento proclive al conflicto

McGregor es conocido por su temperamento desvergonzado y por su arrojo cercano a la chulería. Ya en el año 2018 provocó un incidente con un autobús donde viajan diferentes luchadores tirando una carretilla contra ellos por su pique que casi termina con el luchador en prisión. Fue detenido y acusado de cargos de delito criminal y agresión.

Ya en 2019 continuaron los conflictos, ya que fue arrestado por robar a un aficionado que estaba sacando fotos al luchador con su teléfono móvil. Le quitó el teléfono y lo destrozó en el suelo y por ello estuvo varias horas bajo custodio policial quedando en libertad después de pagar una fianza de 5.000 dólares.

 En ese mismo año protagonizó también un altercado con Desmond Keogh, al que propinó un puñetazo en el rostro después de negarse a tomar el whisky de la marca del luchador. Volvió a pasar por los juzgados y en esta ocasión quedó en libertad después de pagar 1.000 dólares. Pocos meses más tarde compró el bar donde tuvo lugar el incidente y le prohibió la entrada a Desmond Keogh al negocio.

Durante ese año también comenzaron a investigarse una presunta violación del luchador que tuvo lugar en el año 2018 en Dublín. Como no se llegó a esclarecer su culpabilidad, el luchador salió airoso de este procedimiento, pero la policía tenía pruebas de que McGregor había estado en el lugar en el que se produjeron los hechos. En 2020 volvió a ser acusado de intento de agresión sexual en Francia y fue detenido en Córcega, aunque quedó puesto en libertad sin cargos.

Una caída en picado con las drogas como protagonistas

La caída en picado del luchador ha tocado techo este año debido a sus malos resultados en la UFC durante 2021, donde ha tenido dos derrotas contra Dustin Poirier. Al parecer el consumo de drogas se encuentra detrás de este descenso a los infiernos que está poniendo en peligro su condición de luchador de alto nivel.

El también luchador y amigo de McGregor, Kevin Lee, ha asegurado en unas declaraciones recientes que se encuentra muy frustrado con el irlandés. Afirma que "veo a un tipo muy frustrado y que sigue con el mismo estilo de vida de siempre. Las drogas son un infierno. Espero que Conor pueda solucionar sus problemas pronto de una vez".

El pasado mes de enero también se acusó al luchador de haber protagonizado unas agresiones a una madre y a una hija en Irlanda, aunque el Tribunal Superior de Dublín descartó las declaraciones de ambas y no se inició un proceso judicial abierto contra el luchador, que ya ha estado varias veces al borde de ingresar en prisión ante la acumulación de pequeños delitos en los últimos años.

El dantesco espectáculo que ha protagonizado en los VMAs ha sido el último de McGregor, aunque si continúa con un estilo de vida desordenado y con el consumo de drogas, probablemente estemos asistiendo ante el final de la carrera profesional de uno de los mejores luchadores de los últimos años.

La carrera de Conor McGregor no está pasando por un buen momento y ya son muchos los que dan por terminada la carrera del luchador irlandés. Sus excentricidades y su tendencia a los conflictos y peleas está dañando la imagen del luchador, que ha dejado de ser un referente para muchos jóvenes y adolescentes que deseaban parecerse al luchador y alcanzar sus éxitos profesionales. Una muestra más de cómo las drogas pueden poner patas arriba la carrera de grandes profesionales.

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