¿Dónde vamos a ver la Fórmula1 en 2016?

20 de Abril de 2016
Actualizado el 02 de julio de 2024
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Está la cosa complicadita. Los pescadres de Movistar pretenden utilizar el cebo de la F1 para que quienes tienen contratos con otras compañías -Orange, Vodafón y otras fibras del montón- las abandonen y vuelvan con ellos. Y escribo "vuelvan" porque en un principio el mundo entero de las telecos español era Movistar, o más exactamente: Telefónica. Es todo un espectáculo ver como Alierta y sus Movi-Boys han destrozado una imagen que contaba con la simpatía y el apoyo, incluso el orgullo, de la mayoría de los habitantes de la vieja y amada piel de toro: el mejor lugar de Europa, y quizá de todo occidente, para vivir.En los foros sobre F1 a la verde Movistar la han rebautizado como Vomistar, y los gurus de la red insisten en que hay que boicotearla, pues no son maneras. Y en eso, César amigo mío, tienen razón. No son maneras, chaval.Personalmente no estoy dispuesto a dejar de ser un Vodafone-man, pero como quiero ver la F1, y lo conseguiré, estaba dispuesto a contratar una segunda línea de teléfono si era necesario. Así que entré en la página de Movi (no confundir con la ballena blanca apellidada Dick) y vi que había una opción llamada Yombi. Leí con cuidado y era todo alegría y mala información; las condiciones de uso eran tan transparentes como la obsidiana (quien no sepa lo que es la obsidiana que se busque la vida o lo mire en internet). En el llamado Yombi, según foros varios, están excluidos el fútbol y se presume que tampoco podrá utilizarse para ver la F1.Así que el aficionado se encuentra con el siguiente y bonito panorama: incluso si tiene el paquete más completo -Movistar (Con)fusión- en caso de que se vaya de finde, y la F1 siempre es en finde, no podrá ver las carreras en su iPad de 800 pavos. ¿No es para amar a Movistar, para pedir a Alierta que forme un partido político y consiga ser el dirigente más "     " (ponga el lector la palabra que quiera) de la era moderna?Naturalmente habrá maneras. Antenas parabólicas, pirateo (ay, ¿por qué forzáis al ciudadano normal a semejantes puñetas?), colarse en casa de un pariente o un amigo que tenga contratado el paquete y sea cliente de la moderna y verde Mobydick.Hace semanas que voy dándole vueltas al tema (qué perdida de tiempo), a cómo podemos buscarnos la vida. Y sucedió que fue a ver una peli a un Cinesa y en el vestíbulo había montón de peña viendo el fútbol en los plasmas mientras bebían sus cocacolitas o cervezas. Sería una solución. Habrá algún bar que eche la F1 del mismo modo que ahora echan el fútbol; o en esos mismos vestíbulos de las multisalas. Pero mucho más genial sería que pudieran verse las carreras en pantalla gigante, como se hizo con las óperas en su momento, y se cobrase entrada y el ambiente fuese casi -soy un optimista- como si se estuviera en el circuito."Habla con Enrique Cerezo, es el propietario de Cinesa", me dijo alguien.Me lo creí, conseguí un teléfono a través de un colega que dirige pelis, un móvil, y a la tercera se puso una voz, femenina, y me contó -fría fría fría- que el señor Cerezo no tenía nada que ver con Cinesa. Lástima. Creo en Cerezo. Me gusta su talante y cómo lo hace, tanto en su faceta de productor como de presidente del Atleti. Sería cien veces mejor que Ecclestone en la F1 y mil veces mejor que el césar en alerta si capitanease una gran teleco. Pero parece que no vamos a poder contar con él.Si alguien tiene soluciones, ideas, bares o casas rurales con conexión para ver la F1, o simplemente quiere decir lo que de la gana respecto a que pretenden robarnos el placer de ver un deporte en el que tenemos un campeón mundial en activo y una gran promesa en crecimiento (casi el diez por ciento de la parrilla es español), por favor que deje sus comentarios más abajo. Los leeremos todos. Los difundiremos y apoyaremos en la medida de nuestras modestas posibilidades, porque somos el Diario de la Segunda Transición, el nuevo Diario16, y hemos nacido con ganas de luchar.Acabo ya.Dice el Tao que el buen comerciante sirve al bien común. Pero me da la impresión que los CEOs modernos no leen el Tao. ¿Serviría para algo que le mandase como regalo a Alierta un ejemplar? Tigre tigre.
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