El fútbol inglés sí que protestará contra las violaciones de derechos humanos de Qatar

18 de Septiembre de 2022
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Gareth Southgate Inglaterra

Faltan dos meses para que se inicie el Campeonato Mundial de Fútbol que se celebrará en Qatar. La Copa del Mundo es uno de esos acontecimientos deportivos que paralizan el planeta y sólo es comparable a los Juegos Olímpicos. Sin embargo, el hecho de que el país organizador sea Qatar ha generado polémica desde el primer día, dado que hay informaciones que demostrarían que se pagaron sobornos millonarios para que el país del Golfo fuese elegido. Además, se han producido miles de muertos en la construcción de los estadios y las infraestructuras, trabajadores que eran migrantes.

Que el Mundial se celebre en Qatar hay que enmarcarlo dentro de la estrategia de blanqueo de la imagen de los ricos países de la península Arábiga a través del deporte. No hay más que ver las nacionalizaciones millonarias de atletas africanos para representar a Qatar en los Juegos Olímpicos, los patrocinios milmillonarios a eventos deportivos como el de Aramco (la petrolera saudí) a la Fórmula 1 o la compra de equipos de fútbol europeo como el Paris Saint Germain, el Newcastle United o el Manchester City, que han convertido a clubes históricos en clubes Estado.

Ningún país, ninguna federación de fútbol se opuso o se negó a participar en el Mundial de Qatar. La razón sólo puede entenderse desde la dictadura de la FIFA o de las confederaciones (UEFA, CAF, AFC, Concacaf, Conmebol y OFC). Si algún país se hubiese negado a participar en Qatar 2022, hubiera sido expulsado de inmediato y eso es un problema que traspasa el escenario deportivo para convertirse en un grave problema social.

El fútbol inglés sí reacciona

Hoy se inicia un parón de selecciones. Las ligas del mundo se paralizan para que los combinados nacionales celebren partidos tanto oficiales como amistosos de cara a la preparación del Mundial. En Europa, por ejemplo, se disputarán encuentros de la Nation League.

La Federación Inglesa de Fútbol (FA) y los jugadores seleccionados harán actos de protesta como rechazo a la constante violación de derechos humanos en Qatar, según publicó ayer Daily Mail.

Se espera que Gareth Southgate, junto a la FA, hagan una declaración pública esta misma semana a este respecto. El propio Southgate ya ha sido crítico en diferentes ocasiones, sobre todo mostrando su preocupación por los aficionados gays y las aficionadas lesbianas que puedan acudir a Qatar. Además, el seleccionador inglés ha reprochado la violación de los derechos de los trabajadores migrantes en el país, miles de ellos que han muerto en la construcción de los estadios y las infraestructuras del Mundial.

El delantero del Tottenham Hotspur y capital de la selección inglesa, Harry Kane, afirmó que hablaría con los capitanes de distintas selecciones que juegan en la Premier League, como el danés Christian Eriksen, el francés Hugo LLoris y el neerlandés Virgil van Dijk para que los jugadores realizaran gestos de protesta y en apoyo de los derechos humanos.

El ejemplo de Lewis Hamilton

Lewis Hamilton, 7 veces campeón del mundo de Fórmula 1, incomprensiblemente denostado en España por una rivalidad con Fernando Alonso en la temporada 2007 de la que el piloto fue absolutamente ajeno y de la que sólo fue responsable el General Manager de la escudería McLaren, Ron Dennis, es uno de los pocos deportistas de élite que tiene el valor de denunciar las injusticias y las vulneraciones de los derechos humanos. Por ejemplo, llegó a obligar a su escudería, Mercedes, a cambiar el color de los coches del tradicional plateado a negro como modo de protesta contra el racismo y el asesinato de George Floyd.

En la pasada temporada, Hamilton no dudó en ponerse un casco con la bandera arcoiris para las carreras de Qatar, Arabia Saudí y Abu Dabi como forma de protesta contra la persecución del colectivo LGTBi en estos países.

La cobardía de los deportistas de élite

A diferencia de Hamilton y de otras contadas excepciones, lo habitual es que los deportistas de élite se mantengan al margen de la denuncia de violaciones de los derechos humanos o de ir contra regímenes autoritarios. Es cierto que muchas grandes estrellas tienen fundaciones que luchan contra la pobreza o son embajadores de Naciones Unidas o Unicef. Sin embargo, lo habitual es que, cuando entra en juego un aspecto político o de ir en contra de un régimen, suelen ponerse de espaldas. Por ejemplo, cuando en España los bancos desahuciaban miles de personas, ningún deportista de élite puso el grito en el cielo. En muchos casos, había patrocinios que cumplir.

Respecto a Qatar, fue vergonzoso cómo el actual entrenador del FC Barcelona, Xavi Hernández, o el entrenador del Manchester City, Pep Guardiola, lanzaron alabanzas al régimen qatarí. En concreto, Xavi afirmó que "Mi país no es Qatar. Es cierto que no hay un régimen democrático, pero la gente es feliz. Están encantados con la familia real, llevan sus fotografías en el coche, les dan un sueldo por ser de allí, cuidan a sus ciudadanos". Guardiola, por su parte, negó que Qatar fuera un régimen dictatorial. "Sufre injusticias como en todos los países del mundo. La gente se educa bien y tiene todas las libertades. No les hubieran dado el Mundial 2022, si no se respetaran los derechos humanos".

Qatar, un violador sistemático de los derechos humanos

Qatar es un país constantemente denunciado por las violaciones de los derechos humanos, además de aplicar violencia continua contra determinados colectivos como las mujeres o el colectivo LGTBi.

En Qatar se asesina a gente por ser homosexual. Es cierto que no hay ninguna ley que indique que ser gay sea un delito que conlleve la pena de muerte. Sin embargo, según indican desde Amnistía Internacional, sí que se puede imponer la pena capital aplicando códigos religiosos que en el país tienen la misma validez que los textos legales.

Sobornos y tráfico de influencias

La elección de Qatar como sede del Mundial 2022 ya despertó sospechas desde el primer momento. La Copa del Mundo se ha celebrado tradicionalmente en los meses de junio y julio y no se han cambiado esas fechas. Por ejemplo, en los mundiales de Argentina 2018 y Sudáfrica 2010 se mantuvieron esos meses a pesar de que en esos países del hemisferio sur era invierno. Era imposible celebrar un Mundial en Qatar en esas fechas por las altas temperaturas.

Además, las otras candidatas (Australia, Corea del Sur, Estados Unidos y Japón) cumplían con los requisitos mínimos para la celebración del evento. Qatar, no cumplía nada. Sin embargo, la FIFA, entonces presidida por Joseph Blatter, concedió el Mundial 2022 a Qatar.

En 2013 saltó la bomba cuando la revista francesa France Football publicó que tenía pruebas de que el Mundial había sido comprado con actores tanto del ámbito futbolístico como político. Según la prestigiosa publicación gala, existió un supuesto acuerdo entre Michel Platini (entonces presidente de la UEFA), el expresidente de la República Francesa, Nicolás Sarkozy y el emir de Qatar, Tamim bin Hamad al-Thani, llegaron a un acuerdo por el que el jeque compraría el París Saint Germain, al borde de la quiebra, y ayudaría a hundir a Canal Plus Francia, muy crítico con el presidente francés.

En 2016, el periódico británico The Sunday Times publicó nuevas informaciones en las que se afirmaba que Qatar pagó a la FIFA 880 millones de dólares por la adjudicación del Mundial 2022, de los cuales, 400 fueron pagados en secreto antes de la votación y que, presuntamente, se encubrió con la oferta de la cadena de televisión Al-Jazeera, propiedad del emir de Qatar, por los derechos televisivos.

Además del pago secreto de 400 millones, en 2013 se presentó otra oferta de otros 400 millones, además de unos 80 millones si Qatar era la elegida. Ahí están los 880 millones totales. Según The Sunday Times, esa cifra quintuplicaba el valor de los derechos de la región. Finalmente, Al-Jazeera fue la única aceptada por FIFA antes de que se eligiera la sede.

Tanto los tribunales de Suiza como de Francia siguen investigando para demostrar que la adjudicación del Mundial 2022 fue amañada.

Miles de trabajadores muertos

Otra de las polémicas que rodea a Qatar y su Mundial es la situación de los trabajadores, la gran mayoría migrantes, las muertes y el modo inhumano en que se les ha tratado. La Fundación para la Democracia Internacional publicó un informe, titulado "Detrás de la pasión" en el que se denunciaba que 12 trabajadores habían muerto cada día por las condiciones en las que se trabajaba para la construcción de los estadios y las infraestructuras del Mundial.

Estos trabajadores procedían, principalmente, de países como Nepal, Pakistán, India o Bangladesh. Se estima que habrían muerto más de 6.500 por jornadas de trabajo que superaban las 16 horas diarias sin ningún días de descanso, expuestos a las altas temperaturas de Qatar y viviendo hacinados en poblados donde no estaban garantizadas las condiciones higiénicas mínimas.

A estos trabajadores se les aplicó el sistema kafala, un escenario de semiesclavitud que exige, entre otras cosas, la confiscación de sus pasaportes.

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