El fútbol masculino de este país sigue retratándose de la forma más negativa posible en la lucha de la sociedad hacia la igualdad y contra los abusos sobre la mujer pese a las disculpas públicas que ha vuelto a pedir este viernes el entrenador masculino de la selección nacional, Luis de la Fuente. Salvo contadas y honrosas excepciones, al silencio clamorosoy delator de la inmensa mayoría de futbolistas españoles sobre la polémica generada por el ya ex presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, se suma la contradictoria postura del seleccionador nacional masculino, Luis de la Fuente, que en el deleznable discurso machista y negacionista protagonizado en la Asamblea Extraordinaria de la RFEF del viernes se levantó para aplaudir en pie precisamente cuando el ex presidente de la Federación Española clamaba contra el “falso feminismo” para defender su decisión de no dimitir de su cargo. Sólo el jugador del Real Betis Borja Iglesias se ha negado a acudir a la selección nacional hasta que no se produzcan cambios estructurales en la Federación, como también exigen al menos 81 jugadoras, incluidas todas las campeonas del mundo, que han apoyado explícitamente a Jenni Hermoso.
Visiblemente molesto durante la rueda de prensa a las insistentes preguntas de los periodistas, De la Fuente se ha quejado de que “estamos hablando más de un jugador que no está (Borja Iglesias) que de los que están”. Ninguno de los 25 convocados por el seleccionador masculino para los próximos dos partidos oficiales ha mostrado públicamente su apoyo a Jenni Hermoso y al resto de las campeonas del mundo y jugadoras que se han plantado ante la Federación. Sólo un periodista de la prensa extranjera hizo una pregunta al respecto al seleccionador en la multitudinaria rueda de prensa celebrada en la sede de la RFEF.
De la Fuente en ningún momento se ha planteado renunciar al cargo y tampoco nadie en la Federación ha propuesto su cese, empezando por Pedro Rocha, actual presidente interino y hasta ahora hombre de confianza y número dos de Rubiales. El seleccionador masculino sólo condenó el discurso de Rubiales en la Asamblea Extraordinaria del pasado agosto horas después de que la FIFA lo apartara de forma temporal de su cargo una vez que decidió no dimitir por su bochornosa actuación en la final del Campeonato del Mundo femenino de Sydney, donde celebró el triunfo español tocándose los genitales de forma ostentosa y propinó un beso en la boca a la jugadora Jenni Hermoso sin su consentimiento.
De la Fuente asegura que la Federación “es un ejemplo en materia de igualdad” mientras obvia el plante de las 81 jugadoras con la selección femenina
En la rueda de prensa convocada este viernes en la Federación, De la Fuente ha pedido disculpas de nuevo “por unos hechos que son injustificables” y ha añadido que él siempre ha estado “a favor de la igualdad y el respeto”. Sobre la tardanza en expresar públicamente su rechazo al discurso de Rubiales, De la Fuente se ha escudado en su falta de “recursos literarios”. El seleccionador asegura que necesitó “un tiempo para reflexionar y darle tiempo” a lo que había ocurrido en la sede de la Federación.
De la Fuente trabaja desde hace una década al servicio de la Federación Española de Fútbol, donde comenzó entrenando a la selección masculina en sus escalafones más jóvenes. Siempre ha sido un hombre de la máxima confianza tanto de Rubiales como de Rocha, que este jueves en Mónaco durante la gala de la UEFA lo confirmó en su puesto de forma categórica sin dudarlo un instante, poco antes de que Aitana Bonmatí, elegida mejor futbolista europea del año, pronunciara un aplaudido discurso de apoyo a Jenni Hermoso, a favor de la igualdad real y contra el acoso que las mujeres reciben aún en su entorno laboral.
De la Fuente ha reconocido que no ha contactado aún con Jenni Hermoso personalmente para expresarle su apoyo. “Ella no es responsable de nada de lo que está sucediendo”, ha añadido. “Solo hay que ver las imágenes de la Asamblea para ver mi cara, no me la reconozco”, ha expresado en su descargo. De la Fuente no ha dado ningún tipo de excusas sobre sus aplausos, simplemente ha pedido perdón, pero tampoco se ha parado a pensar por qué 81 jugadoras se han plantado a jugar en la selección nacional de fútbol masculino y sólo un futbolista lo ha hecho en apoyo a Jenni Hermoso y sus compañeras. Incluso ha recordado que los futbolistas “están obligados a venir” a la selección cuando son convocados, “aunque no querría a nadie que no esté a gusto aquí”. El fútbol masculino español sigue sin enterarse de nada.