España seguirá haciendo historia en Oceanía. La selección nacional se impuso en un enconado partido a Suecia a la que nunca había derrotado hasta hoy.
El Estadio Edén Park de Auckland fue el escenario de una semifinal digna de un Mundial, con dos selecciones muy sólidas en sus esquemas y con apoyos constantes entre sus líneas.
España fue más ofensiva en los primeros minutos con una Alexia Putellas que volvía a ser el eje de La Roja, pero las suecas fueron poco a poco controlando el juego y pudo adelantarse en un remate de la azulgrana Rolfo que su compañera de vestuario, Cata Coll, desvío a córner.
Tras llegar al descanso sin goles, ambas escuadras comenzaron la segunda mitad con el mismo respeto y recelo.
Tuvo que entrar en escena Salma Paralluelo para que España comenzará a carburar mejor en la ofensiva. La aragonesa, nuevamente MVP del match, aprovechó un rechace de la defensa sueca para rematar con su pierna derecha al fondo de la red. El gol de la barcelonista puso a España muy cerca de la final, pero la reacción escandinava llegó tras rematar Blomqvit desde dentro del área a falta de dos minutos para los 90 reglamentarios.
España no decayó en su credo ofensivo y de inmediato puso el 2-1 en una excelente acción de la hoy capitana, Olga Carmona. La sevillana, que milita en el Real Madrid, lanzó un zurdazo desde el borde del área y tras dar en el largueto, botó dentro del portal sueco. El sueño se hacía realidad y España, tras cerrar líneas atrás y aguantar el descuento de 7 minutos, se convirtió en la primera finalista de este Mundial femenino de Australia y Nueva Zelanda.
Ahora, toca esperar a mañana miércoles para conocer a nuestra rival en esa gran final de domingo. Australia, anfitriona, o Inglaterra, vigente campeona europea, se verán las caras ante una selección española que sigue fiel a sus recursos y su capacidad para creer en si misma.