Muy tarde, quince días después, y muy mal, prácticamente para salir del paso y volver a su burbuja de cristal como si nada hubiera ocurrido. La indignante ausencia total de compromiso y empatía mostrada por los jugadores de la selección masculina de fútbol con sus compañeras tras el escándalo protagonizado por su ya ex presidente, Luis Rubiales, ha tenido su punto culminante este lunes 4 de septiembre tras la lectura sin preguntas de un comunicado oficial por parte del capitán del equipo, Álvaro Morata, en el que no se cita ningún apoyo expreso a la jugadora Jenni Hermoso ni tampoco se muestra solidaridad alguna con el plante de más de 81 futbolistas a la selección nacional mientras no se produzcan “cambios estructurales” en su organigrama y funcionamiento. Un comunicado que condena más por compromiso que por convicción, que no muestra cercanía con sus compañeras de la selección ni tampoco solidaridad con su lucha para cambiar en serio las estructuras del funcionamiento del fútbol en España.
Como el seleccionador nacional del combinado masculino, Luis de la Fuente, escenificó en el mismo lugar unos días antes, los jugadores del equipo nacional piden centrarse ahora exclusivamente en lo deportivo, cuando el problema es ya de índole global, después de haber trascendido las fronteras del país y haber encontrado la solidaridad y el apoyo a nivel mundial de estrellas de Hollywood, artistas, deportistas, políticos e incontables entidades feministas de todo el planeta.
El comunicado condena más por compromiso que por convicción, no muestra cercanía con sus compañeras ni tampoco solidaridad con su lucha para cambiar en serio las estructuras del funcionamiento del fútbol en España
Lejos de eso, los jugadores del combinado nacional expresan, en el punto cuarto del comunicado, el más criticado por asociaciones feministas, jugadoras y otras entidades vinculadas al fútbol, que ningún contratiempo les enturbie la concentración para afrontar los próximos partidos de clasificación para la Eurocopa 2024. “Desde hoy, afrontamos una concentración decisiva para el futuro del fútbol español en nuestro camino para la clasificación de la Euro2024 con dos partidos frente a Georgia y Chipre. Nos gustaría que a partir de ahora nos pudiéramos centrar en cuestiones deportivas ante la relevancia de los retos que tenemos por delante”.
Esta petición se produce precisamente cuando el mundo ha puesto el foco en una entidad, la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), y en el comportamiento impropio de su máximo dirigente, que lejos de dimitir del puesto decide cargar contra el “falso feminismo” que supuestamente ampara esta lucha de las jugadoras españolas después del beso no consentido sufrido por Jenni Hermoso en la celebración del Campeonato del Mundo de Australia y Nueva Zelanda.
Huelga en la Liga Femenina
A día de hoy, más de 81 futbolistas españolas, incluidas todas las integrantes del equipo campeón del mundo, han decidido plantarse ante la Federación de Fútbol y no ir a la selección nacional hasta que no se pongan en marcha cambios profundos en la entidad que rige los destinos del fútbol en España tanto a nivel masculino como femenino. Ninguno de los 25 jugadores convocados por el seleccionador Luis de la Fuente ha hecho el más mínimo gesto de secundar este plante de sus compañeras. Sólo el bético Borja Iglesias anunció nada más producirse el beso no consentido de Rubiales a Hermoso que renunciaba a la selección hasta que no se produjeran estos cambios. Se dio la paradoja de que incluso su entrenador en el Real Betis, el chileno Manuel Pellegrini, criticó este gesto de su jugador.
Las futbolistas han anunciado también una huelga en la Liga F española, convocada por los cinco sindicatos presentes en la mesa negociadora del convenio colectivo para solicitar mejoras sustanciales en sus contratos.