Personalmente habría preferido que no fuese así, que a Binotto se le hubiese dado un año más después de que Leclerc consiguiera quedar SUBCAMPEÓN DEL MUNDO y la marca del Caballito Encabritado SUBCAMPEONA DE CONSTRUCTORES.
-Ferrari está maldita –me asegura Cienosos.
-¿Y por qué va a estar maldita?
-Los muertos –responde Cienosos-. Don Enzo tiene demasiados muertos a sus espaldas y su castigo será eterno. Habrá algún caso aislado, como el de Schumacher, capaz de escapar de la maldición, o el azar del campeonato ganado por Kimi Raikkonen, pero Ferrari es un nombre maldito.
-No parece que en una época en que todo es tecnología y coches de diferentes escuderías queden separados con frecuencia por milésimas de segundo, las maldiciones puedan tener ninguna importancia.
-Eres libre de creer lo que quieras, Tigre, pero estoy seguro de que hay muchas personas que opinan como yo. ¿Por qué te crees que los team manager son siempre italianos? La mano de Ferrari aún mueve los hilos desde el más allá.
-¿Todos italianos?, no lo creo...
-Búscalo y ya verás: Gibertí, Ugolini, Sculati, Amorotti, Dragoni, Lini, Gozzi..., Audetto, Nosetto, Piccinini, Fioro, Lombardi, Domenicali, Matiacci, Arrivabene, Binotto...
-Espera, espera, ¿y Jean Todt?
-La excepción que confirma la regla, y fue durante el mandato del francés, de 1993 a 2007, cuando se ganaron todos los últimos mundiales.
-Pero entonces la solución sería contratar a un jefe de equipo no italiano.
-No creo que el espíritu de don Enzo vaya a consentirlo.
-Pero ¿tú piensas que en la F1 alguien cree en fantasmas?
-Todos. Y sino fíjate en lo supersticiosos que son los pilotos, del primero al último. Piensa lo que quieras, pero no olvides lo que te estoy diciendo, Tigre: LA MALDICIÓN DE FERRARI.
¿Maldiciones y fantasmas en 2022? ¿Quien cree en ellos? La verdad es que yo no me atrevo a decir que no creo, como mucho que creo y no creo; no sé. No creo, pero...
¿Y tú, lector?
Deja tu opinión más abajo si te apetece, o en los comentarios de feisbuk o tuiter, los leeremos con el máximo interés. Y quizá don Enzo –desde donde demonios esté- también les eche un vistazo.
Tigre tigre