Es Domingo de Resurrección. Un buen día para los milagros. Dejo grabando la final del Godó y la Fórmula 1.
: Arabia Saudita, el rapidísimo circuito de Jedah.
Empiezo con la carrera. Tenía toda la pinta que Max Verstappen, que había logrado hacerse con la pole position, la iba a ganar, pero un formidable Óscar Piastri le adelanta ya en la salida, y aunque Max intenta lo imposible y hasta consigue pasar por fuera de la pista a su rival, recibe cinco segundos de penalización y eso le cuesta la derrota final. Aunque no por eso la carrera resulta menos interesante: es un circuito en el que hasta viéndolo a través del televisor se siente la terrorífica velocidad. Destacamos el espectacular pilotaje de Charles Leclerc con un Ferrari que de ningún modo era el mejor coche del fin de semana, pero que el monegasco logró exprimir a un nivel al que su compañero, Lewis Hamilton, no se pudo ni acercar, y que le valió el tercer cajón del podio. Y también estuvo espectacular el único piloto de los dos españoles que consiguió puntuar, Carlos Sainz, quien no solo terminó en un octavo puesto, con sus buenos cuatro puntos, sino que además fue el artífice de que su compañero, Alex Albon, quedase justo detrás de él, pues le hizo de generoso y hábil remolcador, impidiendo que le pasase Isack Alexandre Hadjar, el joven piloto francés de origen argelino que ha debutado este año en la máxima categoría a lomos de los Racing Bulls.
La hazaña de Carlos Sainz no sólo le sitúa con el mismo número de puntos en el Mundial que Yuki Tsunoda, 5, sino que también supone un paso adelante para su escudería, Williams, que se sitúa en quinta posición en el Mundial de constructores.
Pero desafortunadamente Sainz fue la única alegría del Domingo de Resurrección para el público español. Fernando Alonso, aunque mejoró desde su posición de salida, 13, se quedó a las puertas de los puntos, 11.
Y en cuanto a Carlos Alcaraz, a quien ya todo el mundo daba como ganador del Godó de este año, a pesar de que firmó muchos puntos magistrales, como es habitual en él, acabó siendo derrotado en dos sets por el danés Holger Rune.
Ya nos ha dicho muchas veces el propio Carlos que hay partidos que se ganan y partidos que se pierden.
Esta vez no tocaba ganar... Uff uff.
Pero esta misma semana empieza el Madrid Open, alias el Mapfre Open (M de Madrid y M de Mapfre), como le llaman los rebeldes periodistas del grupo Halcón Milenario a los que en estas dos últimas ediciones se les ha negando la acreditación), y en el Mapfre Open volveremos a ver al Mito del Palmar jugar y pelear... y con toda certeza: también ganar.
Tigre Tigre