No era fácil, pero el piloto madrileño lo ha logrado. Después de meses de tiras y aflojas, de muchas reuniones y promesas, y también amenazas veladas desde ambos bandos, el manager Carlos Oñoro ha conseguido para su representado y también primo, el contrato por el que ambos estaban luchando desde que el madrileño firmó por primera vez con Ferrari en la temporada 2021.
En efecto, los buenos oficios de Oñoro, y toda la presión del entorno del piloto madrileño, tanto familiar como alrededores: pensemos en Fernando Alonso, ha dado sus frutos y ya está sobre la mesa el contrato que vincula Carlos Sainz hijo con Ferrari hasta finales de la temporada 2024.
En el otro lado del rincón, del ring, los enemigos o supuestos enemigos que aspiraban a colocar otro piloto en Ferrari en 2024, no han tenido suficiente fuerza ni argumentos.
Mick Schumacher, el hijo del heptacampeón alemán, era el gran favorito, pero sus resultados hasta la fecha tampoco permiten augurar que estemos ante un futuro campeón del mundo de Fórmula 1.
Y según la rumorología también la ambiciosa manager de Lewis Hamilton, Penni Thow, ha mantenido contactos con Ferrari; pero sea falso o verdadero esto último, lo evidente es que de momento no han llegado a ningún sitio.
Así que tenemos al joven Sainz en Ferrari para dos años más, tres con la temporada que se está corriendo, y es bastante razonable para la afición el sueño de acabar viéndolo como campeón del mundo de Fórmula 1.
Le deseamos suerte, porque Charles Leclerc, evidentemente, de ningún modo le va a dejar abierta puerta alguna ni le dará facilidades de ningún tipo; pero estamos seguros de que habrá mucha y gran batalla.
Tigre Tigre