"Pedazo de vuelta, Carlos ", se entusiasma el. ingeniero.
"Dos vueltas. Pedazo de dos vueltas", puntualiza Carlos Sainz.
Porque, en efecto, si Carlos Sainz y su Ferrari pudieran desdoblarse, tendrían el primer y el segundo puesto en la parrilla de salida en el Gran Premio de México 2024.
Es un lujo,
y es mucho homenaje,
y es mucha venganza.
Es muchas cosas.
La primera afirmación, que es un lujo, resulta evidente, no es necesario siquiera explicarla.
En cuanto a la segunda afirmación, que es mucho homenaje, se desdobla a su vez en dos: ese primer puesto es un homenaje a su ídolo y maestro, el gran Fernando Alonso que mañana corre su gran premio número cuatrocientos; pero también lo es a México y a todos los mexicanos. Nos entendemos perfectamente porque usamos el mismo idioma, güey, hermano.
Y también es una venganza (la tercera afirmación).
Sí, esta pole, la primera para Sainz desde Singapur 2023, es también una venganza.
Grandísima delicia lograr vencer en clasificación a Charles Leclerc, que es el piloto que se va a quedar en Ferrari. Y no es menor placer, miel en los labios, poner en su sitio al mismísimo Lewis Hamilton que con su Mercedes no solo no ha podido batir a Carlos, sino tampoco a George Russell, su compañero de equipo.
Si Carlos gana mañana bailará el mundo entero en torno al piloto hijo de piloto.
Pero ya hoy ha sido espléndido lo que ha logrado el madrileño más veloz de todos los tiempos.
Norris, quizá pueda amenazarlo mañana. Y con Verstappen nunca se sabe. Leclerc, su compay, se dejará algo más que el alma para intentar adelantarlo.
Pero eso ya lo veremos mañana, hoy simplemente celebramos.
Gran sonrisa. Contentos como Carlos Sainz y con Carlos Sainz. Muy contentos.
Tigre Tigre