Por fin. ¡Gracias!
Gracias Adrián Newey por haber decidido dejar Red Bull. En cuanto lo has hecho el equipo ha perdido su invulnerabilidad.
Es tan aburrido en cualquier deporte el exceso de superioridad… La lucha, el no saber que sucederá hasta el último compás… Eso es lo que crea adicción y pasión.
Y hoy los millones de seguidores que tiene en el mundo la Fórmula 1 han vuelto a disfrutar de un final de carrera disputado hasta la vuelta final.
No tanto, cierto ,como aquel Abu Dhabi que apeó a Hamilton del título de campeón del mundo y aupó a Max, pero lo suficientemente parecido para que las gradas se volviesen locas y se acelerasen los corazones.
En Fórmula 1 Adrián Newey es lo más parecido a Dios, porque es un deporte en el que la máquina pesa más que el ser humano.
Dios se muda. Y quizá hasta se retire. Y en paralelo dos escuderías, Mclaren y Ferrari han ido creciendo.
Nuestra ovación cerrada y especial para Lando Norris y su hambre de victoria.
Hoy nos parece posible que no sea el piloto de siempre quien gane el Gran Premio del próximo fin de semana en el muy mítico circuito de Mónaco.
La ventaja de Max Verstappen sigue siendo enorme en este 2024, casi 50 puntos sobre Charles Leclerc, pero ahora todos tenemos esperanza. Y no nos referimos a la esperanza de que Max pierda, sino de que para ganar -él o quien sea- tenga que luchar y luchar.
Ojalá.
Tigre Tigre