Difícil ser campeón: Antes odiábamos a Hamilton y ahora ya odiamos a Max

03 de Enero de 2023
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Vertappen

En la temporada 2021, en aquel gran premio alucinante de Abu Dhabi que tuvo mil millones de espectadores a través de las televisiones de todo el mundo… había mucha, muchísima gente, que lo que realmente deseaba era ver a Lewis Hamilton perder. Y era en muchos casos más el deseo de ver a Lewis Hamilton perder, que el ver a Max Verstappen ganar.

A Max se le jaleaba y apreciaba porque podía ser quien derrotarse al ENEMIGO PÚBLICO NÚMERO 1, al tipo que estaba haciendo que la Fórmula 1 no fuese divertida, al que acumulaba mundial tras mundial. No es divertido ver ganar siempre al mismo, excepto para los muy muy fans.

Esos mismos seguidores de la Fórmula 1 que hace poco más de un año ya no podían soportar a Hamilton, este año le han vitoreado, apoyado, y rezado a sus dioses particulares para que volviese a la lucha y fuese capaz de derrotar a Max; aunque tampoco había prisa porque ganase otra vez un Mundial.

En el deporte como espectáculo es muy importante la imprevisibilidad.

Que nadie me diga que no tenía su puntito de muermo en el tenis que ganasen siempre Federer o Djokovic o Nadal (por mucho que en España adoremos a Nadal y nos sintamos tan orgullosos de él).

Se tiende a odiar al campeón, porque nos aburre verle ahí, igual que se tiende a despreciar al rico instalado en la posición más cómoda de la desigualdad.

A Max Verstappen este año le amaba la afición, pero quería verle luchar de igual a igual con otro piloto, mejor si no era Hamilton; pero Leclerc no estaba mal. Sin embargo Ferrari falló y Leclerc lo cierto es que tampoco estuvo a la altura en la lucha y así ganó Max el campeonato 2022 de una manera tan aburrida como la de Hamilton en temporadas anteriores.

Ahí ya se empezó a odiar a Max, cuando aún faltaban bastantes carreras y era campeón ya. Pero Verstappen consiguió llenar su agenda de ODIADORES, queda más exótico decirlo en inglés pero esta vez no me da la gana, cuando se portó como un cerdo sin corazón con su compañero de equipo, el fiel y magnífico y maravilloso Checo Pérez.

En suma, que el espectáculo necesita de alternancia intriga, que es muy aburrido ver a alguien dominar. Además a quien está arriba del todo se la acaba yendo la pinza y antes o después empieza a caerle fatal al personal.

Esperamos que esta temporada no gane Max, y casi mejor que Hamilton tampoco, estaría bien cualquier otro: Russell, o Leclerc…. o Fernando Alonso, ya puestos a soñar.

Tigre Tigre

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