Lo han explicado hace poco a los medios de comunicación, los de Red Bull, la lataza increíble que les daba papá Verstappen; hasta el punto de que tuvieron que pedirle que, por favor, no se entrometiese tanto al final de la temporada so riesgo de comprometer las posibilidades de su hijo para quedar como campeón mundial.
Es lógico que un padre se preocupe por su hijo, y más aún cuando es un hijo que prácticamente ha dibujado él, que lo acompaña desde hace más de
20 años: primero en las carreras de karting y luego en todas las competiciones que Max ha disputado en su vida.
Naturalmente Jos Verstappen había sido piloto profesional y sabía muy bien de que pie cojean todos los equipos, porque él mismo había sufrido lo indecible cuando le tocó compartir escudería con Michael Schumacher en Benetton.
Jos piensa que si la presencia de Schumacher no le hubiera convertido en segundo piloto obligado, él mismo habría podido llegar a ser campeón del mundo. Y quizás sí, y por supuesto es muy razonable que no quisiera que lo mismo le pasase a su hijo.
Aunque por otra parte lo mismo que le pasó a Jos Verstappen con Schumacher le ha pasado a muchos pilotos con Max, desde Carlos Sainz a Sergio Pérez pasando por Daniel Ricciardo o Pierre Gasly, por no hablar de Albon.
Desde aquí les entendemos a todos, sus motivaciones y puntos de vista, tanto a Jos Verstappen como a los de Red Bull.
En cualquier caso final feliz para todo el mundo después del campeonato de este año. Final feliz para todos excepto, naturalmente, para Mercedes y Hamilton. Ojalá no abandone el británico y vuelva a la lucha.
Tigre Tigre