La Fórmula 1 que todos soñábamos

28 de Julio de 2024
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La Fórmula 1 que todos soñábamos

Hasta la última vuelta, hasta la última curva, nadie podía saber con certeza qué piloto iba a acabar ganando la carrera, y había nada más y nada menos que tres en liza. 

La temporada de Fórmula 1 de 2024 se presentaba ante los aficionados como un cuadro monótono y perfectamente previsible: Max Verstappen y Red Bull se lo comerían todo. 
Nadie dudaba de que Max se iba a hacer con su cuarto mundial; y esto último aún parece que sea posible, pero tampoco está completamente claro.

Los McLaren han florecido, los Mercedes han vuelto y ya llevan tres carreras consecutivas en el cajón más alto del podium. 

Lewis Hamilton empieza a arrepentirse de su decisión de fichar por Ferrari, porque sí, será muchísimo dinero y muchísima atención mediática, pero ganar un Mundial con Ferrari... Recordemos que ni Fernando Alonso logró conseguirlo. 

Pero volvamos al domingo 28 de julio de 2024 a Spa- Francorchamps: tres monoplazas luchando por la victoria en la última vuelta. 

Y lo más interesante es el motivo de esa lucha, que no es la decisión de un equipo, ni una estrategia, ni normas ni reglas, sino que un piloto se planta y dice que él puede aguantar con los neumáticos (que ya están gastadísimos) hasta el final de la carrera. Los ingenieros no le creen, los espectadores sienten una pequeña esperanza pero no tienen verdadera fe, y sin embargo. 

Sin embargo es el piloto quien dota de espíritu y magia a la máquina. Es el alma de una sola persona antes que los neumáticos y y el robot. Como en aquella ocasión que Carlos Sainz ganó una carrera tras ordenar a sus ingenieros que "pararan de inventar".

Luego en el podium del Gran Premio de Bélgica 2024 George Russell, el muy merecido y meritorio ganador, echaba mano de diplomacia y decía que todo se debía al equipo. Y por supuesto, sin equipo... aquí no gana nadie. Pero sin corazón, sin el alma de George Russell tomando las riendas, el piloto británico no habría ganado la carrera y se la habría llevado su rival y compañero: Lewis Hamilton. 

Aunque también es posible que el astuto Toto Wolf esté detrás de esa posibilidad que se le abre a Russell al hacerle entrar a cambiar ruedas con una estrategia diferente a la de Hamilton. Porque a Hamilton ya no le queremos en Mercedes, Hamilton nos traiciona, Hamilton se va a Ferrari... Pues que se vaya y que le aproveche.

Detrás de los Mercedes venía el hambriento y afortunado Óscar Piastri, que ganó la carrera anterior gracias a que el equipo obligó a obedecer órdenes a su compañero, Lando Norris, el supuesto único rival de Verstappen para el Mundial.

Verstappen que ha quedado quinto, Verstappen que tiene que agradecerle a Adrián Newey una vez más que en los últimos días le haya dado una vueltecita extra al Red Bull para evitar que se hundiese por completo. 

Sería tan emocionante que llegaremos a la última prueba del Mundial, la carrera número veinticuatro, en Abu Dhabi con dos o más pilotos con posibilidades de ganar el campeonato. 

Y quizá no sea imposible del todo, porque es evidente que Liberty Media, que es quien mueve el agua de este cóctel de velocidad, dinero y egos, está agitando el frasco con gran soltura, astucia y discreción.

Nos han hecho recuperar la ilusión. Quizá ya haya unos pocos que sepan quién va a ganar el Mundial de este año, pero el resto del mundo aún lo ignora. 

¿Hay alguien a quien no le parezca magnífico? 

Tigre Tigre

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