GP Japón: siempre a vida o muerte

06 de Abril de 2024
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Japón

No es un Gran Premio cualquiera. Suzuka. El único circuito de la Fórmula 1 actual que aún despierta un escalofrío de muerte cuando se pronuncia su nombre.

Nadie ha olvidado el terrible accidente de Jules Bianchi que le acabó costando la vida. Hace diez años. A doscientos kilómetros por hora. Bajo la lluvia. El golpe brutal contra una grúa que retiraba otro coche. En Suzuka.

Los comentaristas españoles, Antonio Lobato, recuerdan también a María de Villota. Su accidente.

El eco de la muerte en la Fórmula 1. La terrible grandeza de la muerte. Esa muerte, que en los inicios de la categoría reina era la invitada permanente a todas las fiestas. Recuerdo al marqués de Portago diciendo que cuando salían miraba la parrilla a su alrededor con la casi total certeza de que al menos uno de ellos no volvería a subirse a un coche.

Ahora es lo contrario. Totalmente distinto. Casi parece un videojuego visto por la televisión. Se pueden dar vueltas de campana. Se puede salir de un coche incendiado, que estalla como si fuera una bomba, totalmente ileso.

La gran seguridad. La Fórmula 1 convertida en un juego. Pero no, nunca será un juego. No del todo. Y Suzuka nos lo recuerda. El fantasma de Jules Bianchi sobrevolando el circuito diseñado por John Hugenholtz.

Suzuka. Siempre a vida o muerte. Entre sus curvas nunca se podrá asegurar que la carrera será un simple videojuego.

Tigre Tigre

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