No había nadie que no estuviese cabreado, hasta las pelotas de tanta mojigatería y estupidez. Los comentaristas de Disney o Dazn no podían decirlo abiertamente, claro, porque les va el sueldo en ello, y a los periodistas se nos obliga a firmar una cláusula que nos impide hablar mal de las organizaciones simplemente cuando se nos concede una acreditación.
No podían hablar mal, pero se les escapaba el asombro ante tanta incoherencia y estupidez.
Sólo el público que estaba en el circuito mantenía el entusiasmo porque para eso había pagado una pasta enorme y cuando pagas mucho te tienes que divertir sí o sí.
En Fórmula 1 existen unos neumáticos que se llaman de lluvia extrema. El actual equipo que comanda la Federación Internacional de Automovilismo entiende que esos neumáticos son puramente de decoración, para que la marca Pirelli gane más pasta vendiéndoselos a los equipos, porque la actual forma de aplicar la normativa impide que se lleguen a utilizar.
Y después de dar un montón de vueltas tras el coche de seguridad, con el sol ya enseñoreándose sobre el circuito de Spa, ni siquiera han permitido a los monoplazas hacer una salida en parado.
¿Que hay lluvia y no ven y se estrellan? No habría pasado, son los mejores pilotos del mundo, los veinte mejores pilotos del mundo. Pero si hubiera pasado el nivel de seguridad es tan alto en Fórmula 1 que tampoco habría tenido mayor importancia, sólo daños materiales. Daños materiales de un nivel económico muy inferior a la burla que han hecho al público al no dejarle ver el espectáculo por el que habían pagado.
Porque se paga por ver un espectáculo. Porque los espectadores del mundo en las televisiones se tragan un montón de publicidad a cambio de ver un espectáculo. Y encima lo hacen en cadenas de pago.
Lo de Spa en 2025, como espectáculo, ha sido una basura.
Vivimos en tiempos de cobardía general. El mundo mira para otro lado cuando un país bombardea a otro y mata a sus civiles. En la ciudad donde paso más meses al año, Mad Madrid, se cierra el Parque del Retiro a la menor ocasión, no vaya a ser que se caiga alguna rama. Y en el deporte más peligroso, en teoría, que existe no dejan correr a los profesionales bajo la lluvia. La carrera, en definitiva, ha sido aburrida, lerda y el resultado le ha quitado posible emoción al final del presente campeonato mundial.
Me asquea, la verdad.
Tigre Tigre