A nadie se le oculta que Checo Pérez en Red Bull no tiene un compañero de equipo, sino un enemigo, alguien que siempre que puede intenta aprovecharse de él. La vuelta rápida que se ha marcado a la chita callando Max Verstappen en el último giro de la carrera lo evidencia una vez más.
Max Verstappen ha intentado alcanzar a CHECO de todas las maneras posibles, pero no ha sido capaz. Los coches eran iguales pero Max no es mejor conductor que Checo. Se ha demostrado en Arabia… una vez más.
Y cuando han intentado uns triquiñuela, jugar sucio, pedirle a Pérez que fuera más despacio el mexicano ha estado amable pero implacable. No estaba dispuesto a dejarse vacilar. Demasiadas veces ha demostrado Max qué tipo de individuo es.
Cuando a
Verstappen le pidieron la temporada pasada que ayudara a CHECO todos sabemos lo que hizo. Así que Checo Pérez tenía sus raciones en Arabia para desconfiar. Otra carrera para él y ahora ambos están prácticamente iguales en el Mundial. Por supuesto el equipo seguirá protegiendo al de siempre, pero la Fórmula 1 es tan impredecible como la vida. Cualquier cosa puede suceder.
Y una imagen final: Checo Pérez y Fernando Alonso hablando en español al terminar la carrera.
Bravo Checo. Bravo Fernando Alonso. ¡100 podios! Ambos lo estáis haciendo maravillosamente bien.
Tigre Tigre