Media temporada sin ser el primero en la tabla... y quedándose sin opciones para conseguir el título. Y ya está montando un cipote que tiembla el mundo entero.
Yo soy el amo, yo elijo..., y aunque para mí sea lo de menos os va a tocar enterrarme en dinero.
Ferrari está pujando, y Mercedes no sólo eso.
-Te damos todo lo que quieras.
-Pues añado al lote la cabeza de George Russell, que se cree divino y está tocando mucho los huevos.
Una cabeza más rodando por el asfalto después de que cayese Christian Horner, ese inútil que se oponía a la voluntad del jefe.
EL JEFE. ¿Quién es el jefe? ¿Max? ¿O Johannes Franciscus Verstappen (Montfort, Países Bajos; 4 de marzo de 1972), más conocido como Jos Verstappen?
Lo de cortarle la cabeza y los redondos a Horner parece cosa de Jos, pero en verdad no es tan fácil distinguir donde acaba uno y donde empieza otro: padre e hijo forman una alianza capaz de luchar contra el mundo entero.
No es emocionante, no del todo, que el título ya esté prácticamente decidido a favor de una escudería, y que vaya a ser uno u otro de sus pilotos quien se haga con él. ¿Piastri o Norris? Pero si para el público son casi el mismo. Habría sido mucho más bonito si George Russell, o el Verstappen que pone la cara, pudiesen luchar por el título más valioso del universo.
Y es por eso que están echando al público tanta carnaza, tanta silly season aunque no sea época de silly season, porque algo habrá que hacer para que no se distraiga el imprescindible público, que esto -para los dueños del Gran Circo- no tiene nada que ver con el deporte; que nadie se moleste, por favor, pero en verdad para los dueños se trata solo de dinero.
Tigre Tigre