No hay Gran Premio como el de Mónaco

25 de Mayo de 2025
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No hay Gran Premio como el de Mónaco

Y este año Libertymedia, la dueña del Gran Circo, ha decidido añadirle pimienta también a la carrera, que normalmente, y por paradójico que parezca, durante los últimos años ha sido lo menos interesante del Gran Premio más mítico de la Fórmula 1. 

Fangio lo ganó en su primera edición, en 1950, cuando aún era posible acabar en el mar para que los buzos, que siempre estaban preparados, te rescatasen. Estoy pensando, por supuesto, en Alberto Ascari. En 1955. Sólo cuatro días antes de su accidente mortal.

Había dejado atrás la famosa y mítica curva de Loews, y al llegar a la zona en la que a fecha de hoy se encuentra la chicane, pasó por encima de una mancha de aceite.  Ascari perdió el control de su Lancia, con dorsal número 26, y el coche cayó al mar.
Los buzos. El miedo. El horror congelando la fiesta y el glamour que siempre caracterizan al Gran Premio monegasco.

Recuerdo el miedo que pasó Alfonso de Portago, el marqués de Portago, y también cómo le afectó la muerte de su amigo y compañero cuando la leyó en el periódico cuatro días después en su apartamento de París, sin muebles, pues su mujer lo había vaciado como protesta a sus infinitas aventuras extraconyugales, dejándolo preparado para que el piloto español montase allí una de sus famosas y salvajes fiestas. 

Pero me estoy yendo por las ramas. Aunque eso es lo correcto, lo que sucede naturalmente, cuando se habla sobre el Gran Premio de Mónaco.  Irse por las escapatorias, o ramas.

Por fortuna la muerte se ha convertido en algo remoto en la Fórmula 1, pero aun así: ver a los pilotos pasar tan cerca de los muros, rozarlos, golpearlos incluso muchas veces, sigue siendo un espectáculo que corta la respiración. Espectáculo del que ahora puede disfrutar cualquiera desde el salón de su casa en el mundo entero, pero que en los comienzos de la categoría reina del automovilismo estaba solo al alcance de unos pocos y privilegiados ojos. 

Hemos visto, en esta edición 2025, a Fernando Alonso asaltar la séptima posición en la clasificación. Al gran Max Verstappen relegado a un quinto puesto a pesar de sus esfuerzos, y hemos visto también que tenía justo detrás a Isaac Hadjar, quien probablemente, y más aún después de este fin de semana fantástico ayudado por los estrategas de RB, será su nuevo compañero de equipo en pocas carreras porque Yuki Tsunoda a pesar de sus sueños y buena voluntad no logra estar a la altura de las expectativas de los Toros Colorados.

Hemos visto al Señor de Mónaco, así se llama a Charles Leclerc en el Principado, de donde es originario, quedar segundo tras ser el más brillante durante todo el fin de semana; Leclerc ganó la carrera el año pasado. 
Y a Lando Norris venciendo a su compañero de equipo, Oscar Piastri, y dejando claro que la lucha por el campeonato mundial sólo está empezando.

Mónaco. Los yates. El alcohol. El glamour. La belleza. Las máquinas. La ambición y la lucha.

Importa casi menos quién acaba  ganando la carrera que el ambiente inigualable que se consigue siempre entre los viejos edificios, sobre el asfalto que -durante el resto del año- utilizan sin prestarle atención todos los habitantes del peculiar Principado.

Tigre Tigre

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