Termina la clasificación en Bahrein y ¡AHÍ ESTÁ OTRA VEZ! el que está convirtiendo la F1 del momento en un aburrimiento. No hace falta que diga su nombre porque siempre es el mismo.
Por detrás cinco pilotos en un pañuelo. Y entre los cinco Carlos Sainz y Fernando Alonso.
Fernando Alonso podría haber conseguido ser segundo, y tampoco era imposible del todo hubiese conseguido el primero.
Carlos Sainz, con toda esa rabia acumulada que tiene porque sabe que el año que viene no estará en Ferrari, y no por decisión propia, ha estado espléndido y ha conseguido superar a un Red Bull. Al de Sergio Pérez. Al otro, no.
Pero a nosotros nos ha sido imposible no pensar en Esteban Ocon, el simpático bravucón que iba diciendo, y creyéndose él mismo su cuento, que era más grande que Fernando Alonso, que cuando estuvieron juntos en Alpine él ganó una carrera y Fernando ninguna.
Hoy ha quedado penúltimo en la parrilla. Sin duda culpa de su coche porque su compañero de equipo, Pierre Gasly, excelente piloto, ha quedado ultimísimo.
¿Se seguirá creyendo el piloto de nacionalidad francesa, el señor Ocon, todavía superior a Fernando Alonso?
Tal vez sí, tal vez él y su mamá sigan pensando que son superiores a Maravilla Alonso.
Yo nunca lo he creído, y ahora mucho menos.
Tigre Tigre