El marqués de Portago era un tipo increíble, no sólo porque condujo para Ferrari y fue el primer piloto español en subirse a un pódium de Fórmula1, segundo cajón, en el circuito de Silverstone.
Aunque no sólo fue segundo. También fue décimo en esa misma carrera. ¿Cómo es posible? ¿Cómo se pueden conseguir dos posiciones diferentes, puntuar dos veces, en una misma carrera de Fórmula1?
Para descubrirlo no hay camino más interesante y entretenido que subirse a una novela titulada EL SABOR DEL ÚLTIMO BESO, protagonizado por Portago, que amén de piloto y noble e hijo de una de las mujeres más ricas del mundo y amante de la primera supermodelo de la historia y también de una de las más bellas actrices del momento: Linda Christian.
Es la primera vez que veo una novela protagonizada por un piloto de Fórmula1: lo habitual son libros cargados de datos, pero ¿y el alma del piloto? ¿Cómo era de verdad, por dentro? Algo así sólo puede transmitirse a través de una película (donde hay un actor que hace del personaje) o de una novela (en la que el escritor se transforma en su personaje y lo hace volv3r a la vida).
Es la primera novela que he visto protagonizada por un piloto de Fórmula1, y está escrita por el multipremiado Javier Puebla, autor también de la muy exitosa EL HOMBRE QUE INVENTÓ MADRID, en la que se metía en la piel de otro aristócrata, que fue el hombre más rico de Europa y modernizó España y dejó su nombre al barrio más señero de la Villa y Corte.
El Portago de Javier Puebla es un boleto para viajar a otro mundo. Un mundo en el que la F1 acababa de nacer, y la muerte estaba por todas partes. ¿Se imagina el lector que sigue la F1 actual que al principio de la temporada tuviese que dar por ello que un veinte por ciento de la parrilla no llegaría vivo al final de la misma?
La muerte subrayando la vida: haciéndola más importante y gloriosa.
“Si me da miedo hacer algo, lo hago”, asegura el Portago de Javier Puebla, un tipo capaz de pasar por debajo de un puente con una avioneta por una simple apuesta.
Silvestone.
Parar en medio de una carrera para besar a una mujer.
La muerte.
La vida a manos llenas.
Si te gusta la F1, y eres capaz de leer un libro, disfrutarás infinito de esta novela.