No es creíble, no es verosímil, que los dos Red Bull hayan tenido que abandonar por fallos mecánicos o eléctricos en las ultimísimas vueltas.
Esas cosas no pasan. No suceden. Son imposibles.
Es lo mismo que cuando un niño ordena a un semáforo cambiar de color porque está harto de esperar. Eso no pasa EXCEPTO SI EL GUIÓN LO ESCRIBE STAN LEE. Claro que puede suceder !una vez en la vida!, un cambio en la programación en la central y de repente el semáforo cambia de rojo a verde.
Pero ¿dos veces seguidas?
No.
Seguro que en Mercedes, quizá también en Ferrari, estaban rezando para que a alguno de los Red Bull le pasase algo, pero ¿a los dos?
Naturalmente hay mucha gente que no cree en absoluto en esas cosas, en el mal de ojo o en magias negras. Pero haberlas haylas, dice la sabiduría popular. Nosotros ni creemos ni dejamos de creer, pero lo sucedido en la primera carrera en el Gran Premio de Bahrein 2022 ha sido ¡absolutamente inverosímil!
Magnífico Leclerc, suficiente Sainz, invisible Russell, desdibujado Alonso, y LEWIS HAMILTON una vez más con la FLOR EN EL CULO: acabando en el podio; también pudiera parecer que algún MARABÚ poderoso hubiera hecho MAGIA BLANCA, blanca en este caso, para favorecer al heptacampeón británico.
Principio de temporada fascinante. No está ni un poquito claro el posible resultado final del campeonato de este año.
¡Que sigan la lucha, tensión y el espectáculo!
Y Forza Ferrari.
Tigre Tigre